Según informa la revista alemana Manager, Volkswagen está luchando con algunos problemas del software del primero de sus coches eléctricos, el ID 3. Durante los primeros meses de fabricación, las líneas de producción de la fábrica de Zwickau incluirán una arquitectura de software incompleta que podría afectar hasta un total de 20.000 unidades. Para reparar este inconveniente, todos estos vehículos deberán ser actualizados de forma manual, en algunos casos antes de ser entregados y otros con posterioridad.
Por ahora, no se ha revelado la naturaleza del problema y cómo afectará a los vehículos y al cronograma de ventas. Lo que sí ase asegura es que el problema "es masivo" y la solución "engorrosa". Hasta la fecha de su entrega, en primavera-verano, aproximadamente 10.000 unidades del ID.3 permanecerán estacionados en las campas de Volkswagen, hasta que el equipo de servicio los actualice in situ, ya que no será posible realizar esta actualización vía OTA (on-the-air). Otras 10.000 unidades más, las producidas en una segunda tanda, hasta mayo, también necesitarán ser actualizadas, en este caso bien en esas campas antes de su entrega o con posterioridad en un concesionario oficial, de forma gratuita, al que deberá llevarlo el propietario. Estas unidades están destinadas al mercado europeo y no llegarán al de Estados Unidos. Los ID.3 fabricados a partir de mayo, sí contarán con la posibilidad de actualizar el software por OTA, de forma que no necesitarán pasar por ningún taller para recibir la solución.
En las primeras 24 horas tras abrirse los pedidos del ID.3 en mayo, Volkswagen recibió nada menos que 10.000 reservas según anunció el jefe de ventas de Volkswagen, Christian Dahlheim. Las 10.000 siguientes se acumularon en solo un mes y las siguientes, hasta las 30.000, se cumplimentaron el pasado mes de septiembre. Esta buena acogida del modelo significa la entrada de Volkswagen en el mercado masivo de los coches eléctricos, cumpliendo los planes del grupo alemán.
El mercado de masas no admitirá fallos
El Volkswagen ID.3 fue presentado en un evento previo a la inauguración del Salón del Automóvil de Frankfurt. Sus características principales son las tres opciones de capacidad de batería, 45 kWh y 330 kilómetros de autonomía, 58 kWh y 420 kilómetros de autonomía y 77 kWh y 550 kilómetros de autonomía, todos ellos bajo el ciclo WLTP. El precio de menos de 30.000 euros para la versión de entrada. Volkswagen ha insistido en que el nuevo ID.3 es para la marca tan importante como lo fue en su día el Beetle o el propio Golf, dos modelos insignia que son parte de la historia del automóvil. El primer modelo eléctrico de Volkswagen estrena la plataforma MEB y aspira a ser también parte de esa historia por ser el inicio de una nueva etapa para el Grupo VAG.
Volkswagen se enfrenta así al primero de los "problemas tecnológicos" de la nueva etapa en la que las claves son la electrificación, la conectividad y la conducción autónoma. Para mostrar confianza en un mercado en el que estos tres aspectos serán claves, el fabricante alemán deberá darle una solución rápida y sencilla a este problema. pensando no solo en sus primeros clientes. Estos, en general, tolerarán mejor los fallos de los vehículos, tal y como dictan las leyes de la demanda de tecnologías rupturistas: los primeros adoptantes ponen por delante el cambio a la incomodidad de soportar algunos errores.
Sin embargo, Volkswagen debe pensar en ese mercado masivo de clientes que no admitirá que su nuevo coche, sea cual sea su ambición tecnológica y sostenible, suponga un problema. A este mercado se dirigen los 11.000 millones de euros de inversión entre 2019 y 2023 en movilidad eléctrica, conducción autónoma, nuevos servicios de movilidad y digitalización. De esos 11.000 millones, más de 9.000 se destinarán al desarrollo de la familia ID, que compartirán plataforma y que están llamados a conquistar las carreteras en poco tiempo.
Los objetivos de Volkswagen a corto plazo no son pequeños: vender 150.000 coches eléctricos en 2020. Una cifra que se irá hasta el millón de unidades en 2025, año para el cual ya habrá presentado más de 20 nuevos modelos eléctricos.