Se espera un cambio transformador en la industria automotriz con la irrupción de los vehículos eléctricos en el mercado. La llegada del coche eléctrico para las masas tendrá un impacto significativo en los proveedores de piezas existentes en la actualidad, que tendrán que enfrentarse a una fuerte competencia y nuevos contendientes, como firmas de tecnología y fabricantes de baterías, según revela un informe de la consultora EY.
Desde la perspectiva de los proveedores de componentes, es probable que las grandes empresas –como Bosch o ZF– se adapten a estos cambios radicales en la industria, sin embargo, las pequeñas empresas podrían ser las que se vean más afectadas por la irrupción de la electrificación. Así lo asegura el informe titulado "Electrificando la India: bloques de construcción para un ecosistema EV sustentable".
El informe revela la necesidad urgente de que el país asiático invierta en I+D y aumente sus capacidades de fabricación para abordar el problema de la ausencia de una cadena de suministro para el vehículo eléctrico en el país. "El crecimiento de los vehículos eléctricos llevará a cambios profundos en la cadena de valor automotriz, incluida la tecnología, los sistemas de fabricación, los modelos de propiedad, la distribución y el soporte posventa", afirma el documento.
Los proveedores de partes móviles del motor, embragues y engranajes serán los más afectados por la electrificación del sector.
La realidad es que este cambio de escenario viene motivado, principalmente, por el hecho de que un coche eléctrico es relativamente mucho más simple de construir que uno de combustión, pues únicamente cuenta con 20 piezas móviles frente a las 2.000 que tiene un vehículo con motor de combustión interna, aproximadamente. A pesar de que el informe se relativiza al territorio indio, la misma situación podría ser una realidad en los países más desarrollados de la Unión Europea y los Estados Unidos, donde existe una gran cadena económica construida en torno a la industria automotriz y sus motores térmicos.
Esto tendría un impacto significativo en el provenir de los fabricantes de automóviles tradicionales y al mismo tiempo perturbaría el ecosistema de los proveedores debido a una importante disminución en el mercado secundario de las reparaciones, mantenimiento y servicio de postventa. Estas circunstancias exigirá a la industria desarrollar nuevas capacidades. "Se espera que este cambio transformacional también tenga consecuencias significativas para la cadena de suministro existente", afirmó EY.
El informe de EY afirma además que es probable que los "fabricantes oficiales de equipos originales" (OEM por sus siglas en inglés) pierdan algo de control en la cadena de valor con la llegada del vehículo eléctrico, ya que "los coches eléctricos son menos complejos de fabricar que los vehículos con motor de combustión". Los eléctricos tienen muchas menos partes móviles y su batería constituye alrededor del 50 por ciento del valor del vehículo".
Los componentes del automóvil, clasificados según el impacto que tendrá sobre su demanda la llegada de los vehículos eléctricos (Fuente: EY).
Además, habrá cambios significativos para los fabricantes de componentes relacionados con el tren motriz, pues se espera que pierdan cuota de mercado en un escenario totalmente electrificado, mientras que, por otro lado, surgirán nuevas oportunidades en las partes propias del vehículo eléctrico. De todos los elementos que componen un automóvil, los componentes del motor, los embragues, los radiadores y los engranajes serán los elementos que más perjudicados resulten. En cambio, los elementos tecnológicos como los motores eléctricos, los inversores, el cableado, los microprocesadores y los controladores verán como aumenta su demanda con la irrupción del coche eléctrico. Otras partes como la suspensión, los asientos y la dirección no sufrirán cambios destacables en la demanda.
