La marca coreana Hyundai es, sin duda, una de las mayores defensoras de los vehículos eléctricos de pila de combustible, esto es, aquellos automóviles eléctricos cuyo motor consume energía obtenida de la conversión del hidrógeno.
Y así lo demuestra que ya en 2018 pusiera a la venta el primer coche eléctrico fabricado en serie con esta tecnología -el Hyundai Nexo- y que, hace tan sólo unos días, haya presentado el prototipo Hyundai INITIUM, que adelanta un SUV sucesor del Nexo que llegará en 2025 y que ofrecerá una autonomía “de más de 650 kilómetros”.
Pues bien, para la década de 2030, Hyundai ya prepara otro vehículo de este tipo. Y, en este caso, será toda una revolución para su sector, ya que será el primer vehículo del mundo de su especie con esta tecnología.
El primer tanque eléctrico del mundo
Se espera que mida entre 10 y 12 metros de longitud, y que tenga un peso que ronde las 60 toneladas. Y no, por supuesto que no estamos hablando de un coche, sino del Hyundai K3, el sucesor del actual tanque K2 Black Panther de las Fuerzas Armadas de Corea del Sur y que será fabricado por la empresa subsidiaria de defensa propiedad del Grupo Hyundai: Hyundai Rotem.
Aunque el proyecto ya fue desvelado allá por septiembre de 2023 en la Exposición Internacional de Diseño Aeroespacial de Seúl, ahora se han conocido más detalles de este tanque eléctrico.
En concreto, que este tanque optará por un motor de pila de combustible en vez de los diésel habituales en estos vehículos de combate -sin ir más lejos, como el de 1.500 CV que equipa el K2 Black Panther-. La sustitución de un motor diésel por otro eléctrico supone, en teoría, un gran avance para estos vehículos.
De entrada, la entrega inmediata de par debería garantizar una agilidad de movimientos inaudita en este tipo de vehículos. Y, en segundo lugar pero casi más importante, la falta de un motor de combustión facilita el camuflaje térmico de estos vehículos, a los que el calor que producen sus tradicionales motores diésel les vuelven un blanco obvio para todo tipo de municiones, misiles o incluso drones rastreadores de calor.
La propulsión eléctrica de un tanque también conlleva dos últimas ventajas. La primera, que el motor eléctrico, al tener un menor tamaño que el térmico equivalente, permitirá afilar y reducir las líneas de diseño del tanque, haciéndolo menos visible y también menos perceptible a las firmas de radar.
Por último, la mayor simplicidad de un motor eléctrico supondrá un mantenimiento más simple y, en caso de avería o daño en el propulsor, un proceso de reparación más corto que el de un tanque con motor térmico, permitiendo al K3 volver a la batalla en mucho menor tiempo.
Un vehículo de combate a la última
Junto a esta propuesta de un motor eléctrico de tipo pila de combustible, el Hyundai K3 contará con los últimos avances del sector armamentístico.
De esta forma, optará por equipar un potente cañón de 130 mm, además de una torre de armas automática que podrá incluir desde ametralladoras de 12,7 pulgadas a cañones de 30”. Por supuesto, el K3 contará con el último blindaje, que se prevé sea resistente a armas antitanque.
El Hyundai K3, del que se había rumoreado que incluso podría llegar a ser un vehículo autónomo, parece que finalmente contará con una tripulación de tres ocupantes. Y uno de ellos será el encargado de manejar, desde su interior, los drones que se almacenarán en la parte superior de la torreta del K3.
El Hyundai K3 todavía está en una fase temprana de desarrollo, pero debería comenzar su producción allá por 2030, para sustituir completamente al actual K2 Black Panther -en servicio desde 2014- en 2040.