La industria del automóvil ha cambiado. El coche eléctrico será el eje principal del portfolio de productos de Mercedes-Benz. Dentro de unos años los alemanes estarán en disposición de dar un giro radical. Los coches térmicos seguirán ofreciéndose, pero en minoría. Esa minoría tendrá que adaptarse a la mayoría tal y como ha confirmado la marca. En el futuro, los Mercedes de combustión emplearán plataformas derivadas de los modelos eléctricos y no al revés.
Hace unos años, allá por el 2018, Mercedes lanzó al mundo su primer coche eléctrico de nueva generación, el Mercedes EQC, que fue el primero de una familia que hoy ya cuenta con importantes figuras como el Mercedes EQA, el Mercedes EQE o el impresionante Mercedes EQS. La estrategia de lanzamientos eléctricos por parte de los de Stuttgart no hará más que incrementarse en los próximos meses y años. La familia EQ será la piedra angular de la casa, obligando a una reestructuración de la gama y las denominaciones.
Mercedes tiene ambiciosos planes para la electrificación de su gama de vehículos. Sin ir más lejos, hace unos días uno de sus avanzados prototipos, el Mercedes VISION EQXX consiguió superar los 1.000 kilómetros de autonomía en condiciones reales de circulación y en una solo carga. Esa demostración de poderío irá acompañada de un replanteamiento de la estructura de plataformas de la gama. Si bien ahora son los modelos eléctricos los que tienen que adaptarse, en unos años serán los térmicos los que tengan que hacerlo.
Así lo han comunicado desde la propia Mercedes: “Las plataformas EV serán lo primero, pero no exclusivas de los modelos EV. El compromiso recaerá del lado de los modelos ICE, no del lado EV”. Estas palabras emitidas por Christoph Starzynski, vicepresidente de desarrollo de propulsión eléctrica de Mercedes-Benz, son un paso más en una estrategia que lleva años sobre la mesa. En particular, Starzynski hace referencia a los modelos de acceso a la familia. La clase compacta formada por las unidades más populares de la casa.
En 2024, la plataforma MMA compacta entrará en juego. Se trata de una arquitectura de última generación que será empleada en un gran número de modelos. Todo el mundo espera que la próxima generación del Mercedes Clase A disfrute de versiones térmicas y eléctricas, pero estas serán las principales en cuanto al desarrollo de esa plataforma, teniendo que adaptarse las unidades de combustión a la arquitectura a escalar. Esa política se empleará en el resto de las familias con el paso del tiempo.
La intención es lograr una equiparación de costes en un futuro intermedio. El hecho de tener que duplicar esfuerzos resulta caro para los fabricantes. Plataformas eléctricas y térmicas deberán unirse para conseguir reducir el precio del desarrollo y la producción. En 2024 Mercedes espera no solo lanzar la plataforma MMA, también su nuevo sistema de infoentretenimiento, el esperado MB.OS que ya está siendo desarrollado. La próxima generación del Clase A será la primera en usarla para, posteriormente, alcanzar al resto de miembros de la estrella.