Tesla ha confirmado la existencia del proyecto Roadrunner, hasta ahora un secreto a voces, y ha desvelado algunos de esos misterios que se encuentran tras su intención de producir baterías en Fremont a menos de 100 dólares/kWh sin la colaboración de Panasonic. En un área de trabajo de aproximadamente 2.700 m2, dividida en dos pisos, se instalará un laboratorio de I+D y la línea de producción de las nuevas baterías. Allí trabajarán cuatro turnos de 100 empleados cada uno 24 horas al día y 7 días a la semana.
Hace ya tiempo que se sabe que el proyecto RoadRunner de Tesla es una realidad por mucho que el fabricante californiano haya intentado mantenerlo en secreto. Su objetivo es producir en masa una nueva celda de batería más densa energéticamente y mucho más barata. La química está siendo desarrollada por un equipo interno de la propia empresa, que incluye el trabajo en el laboratorio de investigación dirigido por Jeff Dahn, el físico canadiense con el que colabora desde hace años.
Ahora, Tesla ha reconocido que ha solicitado el permiso para adaptar nuevos espacios de trabajo en la "Tera battery manufacturing facility", la instalación que albergará este proyecto en el edificio Kato de la fábrica de Fremont. El área que ocupará será de 2.000 m2 en el segundo piso y de otros 767 m2 en el tercer piso. Con estos añadidos el espacio total del edificio Kato aumentará hasta los 14.500 m2 de superficie sin cambiar la huella exterior. Los trabajos no precisan de nuevas excavaciones ni del refuerzo de la estructura y se realizarán desde el interior del edificio existente. En la azotea se instalarán nuevos equipos de climatización del aire.
Situación de las nuevas instalaciones del proyecto Roadrunner de Tesla en la fábrica de Fremont.
Este nuevo espacio dispondrá de una zona de fabricación de baterías y de un espacio dedicado al I+D. Por ahora no se especifica el volumen de fabricación que se alcanzará en las nuevas instalaciones, pero si que los 400 trabajadores destinados allí trabajarán 24 horas al día, 7 días a la semana, en cuatro turnos de 100 personas.
Para satisfacer las necesidades de los nuevos equipos de fabricación, Tesla ha solicitado un incremento de la potencia energética contratada hasta los 92.800 MWh anuales, lo que supone un aumento de 72.800 MWh/año. Tesla también indica los materiales tóxicos que se utilizarán en el proyecto, todos ellos utilizados en la producción de celdas de baterías: aluminio, cobalto, litio, níquel y manganeso en diversas combinaciones químicas.
En el próximo día de la batería, que de forma provisional está programado para que se celebre el 15 de septiembre, Tesla ofrecerá la posibilidad de visitar las obras de la nueva instalación.
El objetivo del proyecto Roadrunner es lograr que la producción a gran escala reduzca el precio de las baterías hasta el que se considera el límite a partir del cual los coches eléctricos y de combustión igualen su coste de producción. Según los expertos la batería, ya empaquetada, debería alcanzar un precio máximo de 100 dólares por cada kWh (90 euros /kWh)
A pesar de que con este proyecto Tesla se desvincula de Panasonic, su socio en la Gigafactoría de Nevada para la producción de celdas de baterías, ambas compañías anunciaron hace unos días las nuevas cláusulas de su contrato que especifican, en el corto plazo, las capacidades de producción de el volumen de pedidos, y alargan la relación al menos 10 años más allá de alcanzar la máxima producción de la instalación.