Llevamos recorridos más de 3.000 kilómetros en el que ha sido nombrado este 2024 como el Coche del Año en Europa: el Renault Scenic. En su cuarta generación, el Scenic ha mutado para convertirse en una suerte de SUV eléctrico posicionado de manera muy acertada por parte de Renault en el mercado.
Esto es, principalmente, gracias a su precio y la relación que arroja este si ponemos en contexto el lugar que tiene en el mercado por lo que cuesta, la autonomía que tiene y los consumos que puede llegar a promediar.
Existen dos versiones mecánicas del Scenic: la de acceso tiene 60 kWh de batería y 170 CV de potencia que parte desde 38.703 euros, mientras que la más capaz usa una batería de 87 kWh de capacidad para alimentar un motor de 218 CV que cuesta 45.493 euros en estos momentos. Las autonomías homologadas se sitúan en los 430 y 623 kilómetros, respectivamente. No es un coche barato en términos generales, pero teniendo en cuenta su tamaño y prestaciones, sí que es una gran opción a valorar por aquellos que, por los motivos que fueren, no quieren un Tesla o cualquier otro coche eléctrico, ya que se posiciona entre la oferta china y el Tesla Model Y en sus dos variantes.
Sobre las conclusiones acerca del modelo profundizaremos en la pertinente prueba, que será publicada en las próximas semanas, pero antes hemos querido destacar un aspecto acerca de este peculiar coche eléctrico de especial interés para sus potenciales compradores: el consumo y la relación entre precio y autonomía, pues se trata del coche eléctrico que con 600 kilómetros o más de autonomía homologada más barato que se puede comprar en estos momentos en España, o por lo menos así lo será hasta que el Kia EV3 especifique su tarifa de precios para nuestro país.
Se trata de un hecho muy llamativo con el que debería, en la práctica acercarse a las referencias absolutas en este apartado: los coches eléctricos de Tesla.
Para ver cómo de cerca (o cómo de lejos) puede llegar a estar el Scenic en este apartado del Tesla Model 3, hemos puesto a prueba al francés en el mismo recorrido urbano en el que comprobamos la autonomía real de las motos eléctricas que pasan por nuestras manos, así como también el consumo en este tipo de uso de los coches híbridos y eléctricos que ponemos a prueba.
Tiene una longitud de 50 kilómetros exactos y propone un mix de carreteras idóneo para que tanto coches híbridos como eléctricos arrojen el consumo más bajo posible en circusntancias de uso real: es prácticamente imposible que un recorrido real se logren cifras de consumo más bajas.
Un servidor también se propone durante todo el ejercicio no practicar una conducción más eficiente de la que ya practico, aunque es cierto que en mis manos un coche eléctrico arrojará consumos más bajos que el común denominador que el resto de conductores.
A principios de año, en enero (con unas condiciones meteorológicas que no favorecían del todo un consumo bajo)y haciendo uso del asiento calefactable del conductor, el Tesla Model 3 logró dejar el consumo al cabo de este recorrido en nada menos que 11,1 kWh a los 100, siendo capaz, por momentos, de arrojar cifras por debajo de los 10 kWh (9,6 para ser exactos).
El Renault Scenic se ha enfrentado a este trazado un 2 de septiembre con unos 28 grados de temperatura a última hora del día y el aire acondicionado establecido en los 22 grados a la mínima potencia.
Bajo estas conduciones, el francés ha logrado un consumo medio al cabo de estos 50 kilómetros de 13,1 kWh cada 100 kilómetros. Un dato que no es tan bueno como los 11,1 kWh del Tesla Model 3 estándar, pero que sin duda sí que sitúa al francés por delante de la mayor parte de sus rivales. Por momentos, el SUV consiguió rondar los 11 kWh, aunque sólo tras haber efectuado la parte más favorable para el consumo de la prueba, al principio de la misma.
Los 13,1 kWh cada 100 kilómetros. logrados por el Scenic en estas condiciones también arrojan otro dato de interés, pues con sus 87 kWh de batería, la autonomía máxima que podrá llegar a ofrecer no podrá superar prácticamente en ninguna circunstancia los 635 kilómetros que se obtienen al calcular una simple cuenta de tres.
Durante el resto de la prueba, que incluye un viaje de Málaga a Madrid por carretera, uso urbano diario y un viaje por carreteras nacionales y secundarios desde Malaga a Jerez y vuelta, el el consumo ha oscilado entre 18 y 20 kWh cada 100 kilómetros la mayoría del tiempo. Se trata de cifras, realmente, no tan positivas como las oficiales logradas en base al ciclo WLTP (algo normal) pero, ciertamente, permiten un uso despreocupado del vehículo, sobre todo a diario en la ciudad y su entorno.
