El Festival de Velocidad de Goodwood es uno de esos eventos imprescindibles en la agenda de cualquier aficionado a los coches, una cita donde se reúne lo más granado del automovilismo ya sea en lo que se refiere a las máquinas o a personajes insignes. Goodwood no se puede entender sin la mítica subida a la colina homónima, la cual recorren desde coches centenarios hasta las últimas y más avanzadas novedades. Entre estas últimas, este año el protagonista ha sido el Volkswagen ID. R, el superdeportivo eléctrico de Volkswagen, que ha pulverizado el récord de la subida batiendo ni más ni menos que a todo un Formula 1 campeón del mundo.
El ya de por sí corto trazado de la subida a Goodwood se ha hecho aún más breve con el Volkswagen ID.R y Romain Dumas a sus mandos. Al piloto francés le han bastado 39,9 segundos para completar el recorrido de 1,86 kilómetros, batiendo así el récord que llevaba vigente dos décadas. El superdeportivo eléctrico de Volkswagen, que ya batió el récord absoluto de Pikes Peak con Dumas también al volante, rebajó 1,7 segundos el récord que batió Nick Heidfeld en 1999 a los mandos del McLaren-Mercedes MP4/13, un coche que había ganado el Campeonato del Mundo de F1 en 1998.
Lo curioso de la historia es que el récord mencionado era el segundo que batió el Volkswagen ID.R el mismo fin de semana. Poco antes, el superdeportivo eléctrico ya había conseguido superar el tiempo de Heidfeld con un tiempo de 41,18 segundos en una subida que había parecido fácil. El propio Romain Dumas reconocía después estar "muy orgulloso" de haber establecido el récord histórico en Goodwood con el ID.R. A pesar del corto recorrido del ascenso, Goodwood es un reto muy especial, y en el que además hay poco margen para el error.
El ID.R que ha batido el récord en Goodwood este fin de semana es ligeramente diferente al que consiguió establecer el tiempo más rápido en Nürburgring para un coche eléctrico. Según Volkswagen, el ID.R de Goodwood fue modificado sustancialmente en pro de optimizarlo específicamente para este evento. Entre otras cosas, el coche era más ligero que cuando estableció los récords en Pikes Peak y Nürburgring, gracias a la utilización de una batería más pequeña que ha dejado el peso por debajo de 1.000 kg (incluyendo al piloto). También había mejoras en la entrega de potencia (cuya cifra asciende a 680 CV) y en la aerodinámica, que no incluía el sistema de reducción de arrastre (DRS) para aumentar la carga aerodinámica.