2050 se plantea como el año clave, el año en el que todos los países de primer nivel, o al menos la mayoría de ellos, alcancen la neutralidad de emisiones a la atmósfera de su parque móvil, donde los coches eléctricos parecen tener asegurado su protagonismo. Reino Unido tenía planteada la prohibición de la venta de motores térmicos para 2040 para lograr tal objetivo, pero todo apunta a que si quieren lograrlo tendrán que adelantar dicha fecha algunos años.
El público en Gran Bretaña parece concienciado con el paso a seguir, y así lo habría corroborado una encuesta realizada por la asociación inglesa EVA, que declaraba que de entre un total de 1.114 encuestados un 82% creía que se debería adelantar la prohibición de la venta de coches térmicos a 2035.
Ahora, según un estudio realizado por Greenpeace de la mano de Green Alliance, sólo adelantando la fecha a 2030 se lograría el objetivo de haber neutralizado las emisiones de CO2 a la atmósfera para 2030. El estudio se habría visto respaldado este pasado viernes por el apoyo en el congreso del principal partido de la oposición, que declaraba que habría que adelantar la fecha antes de que diera la próxima cumbre climática, planificada en Glasgow el año que viene. El primer ministro respondió que en las próximas semanas dará a conocer su plan para llegar al objetivo en 2050
egún Greenpeace y Green Alliance, solo si se cortan las ventas de térmicos (incluídos PHEVS) en 2030 se lograría el objetivo.
Por tanto, quedaría descartada la posibilidad de mantener en Reino Unido la prohibición de los motores térmicos para 2040, con la posibilidad de adelantarla a 2030, o un menos ambicioso pero más palpable objetivo de 2032 o 2035. Según el estudio de las ONG, sólo prohibiéndolos en 2030 se lograría el objetivo, lo que supondría ahorrar unos noventa millones de toneladas de CO2 entre 2028 y 2030, ya que las ventas irían decreciendo paulatinamente hasta el cese total. Cese, que incluiría también a híbridos enchufables, ya que de no incluirlos se quedarían ligeramente por debajo del límite propuesto.
De optar a establecer la prohibición para 2035, incluyendo en el mismo año a los híbridos enchufables, el objetivo se quedaría bastante lejos de ser logrado, incluso 2032 se antoja como una fecha tardía, ya que apenas habrían ahorrado 50 millones de toneladas de CO2 adelantándolas a 2032.
El pasado viernes nos hacíamos eco de una publicación del medio Financial Times, en el que adelantaban que para 2030 el coste de desarrollar un coche eléctrico casi se equipararía al de uno con motor térmico para el año 2030 con una diferencia de apenas el 9%. Si más países se unieran a Reino Unido en su adelanto de la fecha en pro de lograr los objetivos, la equiparación de costes de desarrollo entre un esquema de propulsión y otro probablemente se daría antes en el tiempo, con la consecuente rebaja en el precio cara al público de estos sistemas eléctricos, y la contribución de estos coches vendidos a ahorra millones de toneladas de CO2.