El Renault Megane E-Tech es el coche en torno al que la firma del rombo está articulando su ofensiva eléctrica. El compacto galo se ha convertido en su modelo de referencia, y por esto mismo se esperaba de él una buena aceptación comercial. Tras superar con creces las ventas del Megane diésel y gasolina, las matriculaciones del mes de septiembre revelan que el Megane ya ha conseguido, también, superar a su rival más directo, el Volkswagen ID.3.
Tal y como revela el analista Felipe Muñoz a través de un post en uno de sus perfiles de redes sociales, en el que ha destacado 10 hechos significativos que han sucedido en el mes de septiembre en Europa, el Renault Megane E-Tech ha superado al ID.3 con 109 unidades más vendida.
Es un margen estrecho dado el volumen total de ambos modelos, con 4.472 unidades puestas en el mercado por parte de Renault y de 4.363 en el caso de Volkswagen. No obstante, se esperaba que este sorpasso sucediera antes o después, ya que el Megane venía disfrutando de más de 20.000 reservas antes de dar comienzo a sus entregas.
Los motivos por los que el Megane puede estar calando mejor entre el público, a priori, están claros. Por un lado, y dejando de lado el aspecto del diseño (que es subjetivo), el interior del compacto eléctrico francés está mejor resuelto y tiene una mayor calidad percibida, y su tecnología, por otro lado, tanto en términos de software como de hardware, está un peldaño por encima del alemán de manera clara. De hecho su sistema de info-entretenimiento está entre los mejores del mercado.
También está el aspecto del precio de la versión más accesible. Volkswagen tuvo que recortar la gama del ID.3 a causa del desabastecimiento de semiconductores, y aún no ha podido restablecerla al completo. En España, por ejemplo, la versión más accesible parte desde más de 43.000 euros, mientras que el Megane hace lo propio en 36.600 euros. Una diferencia notoria, y aunque bien es cierto que el modelo alemán ofrece más potencia y autonomía en esta versión (denominada Life), se antoja determinante.
Está por ver, pues, cómo evolucionan las ventas del coche eléctrico francés en los próximos compases, pues una vez se materialicen las entregas relativas a los pedidos efectuados en el periodo de pre-reservas, las matriculaciones del modelo galo podrían caer a un nivel por debajo del compacto alemán.
Además, hay un tercer coche eléctrico que acaba de desembarcar en Europa y que puede afectar de manera muy negativa a la andadura comercial tanto del ID.3 como del Megane, el MG4 Electric. El modelo británico de tecnología china compite en el mismo segmento y llega con un precio que parte por justo por debajo de los 30.000 euros.
