El Renault Megane e-Tech representa una nueva era eléctrica para la marca del diamante. La nueva generación de su modelo estrella llega al mercado completamente renovado tanto estéticamente como tecnológicamente. Entre la competencia con la que tendrá que pelear está el que también representa la nueva estrategia eléctrica de Volkswagen. El ID.3 es el primero de una nueva generación de coches eléctricos que comparten plataforma y que aspiran a arrebatarle a Tesla su liderato en el mercado.
La marca francesa fue pionera en el mercado de los coches eléctricos, pero, quizás, se durmió en los laureles durante un tiempo, ofreciendo únicamente un modelo, el Renault Zoe, que ha sido líder de ventas durante mucho tiempo pero que, a pesar de las sucesivas renovaciones, pide ya a gritos un sucesor, dado el empuje de la competencia. Antes de la puesta en marcha del plan Renaulution, la marca de Losange ya había anunciado sus ambiciones eléctricas futuras cuando mostró el año pasado el eVision Concept, un adelanto del nuevo Megane e-Tech eléctrico. Una propuesta inesperada que pone a Renault a competir en el segmento de los coches eléctricos compactos en el que, por precio, su principal competidor será el Volkswagen ID.3.
Comparándolos por fuera
El nuevo Renault Megane nada tiene que ver con ningún Megane de los que se han sucedido hasta ahora en varias generaciones. Con aspecto SUV, aunque sin llegar a elevar tanto la carrocería como en muchos modelos que juegan con este formato, lo explora a su manera con unas dimensiones muy contenidas y unas llantas, en el caso de las versiones más equipadas que alcanzan las 20 pulgadas, le dan al conjunto una marcada identidad visual.
El Volkswagen ID.3 prefiere mostrar unas líneas más consensuadas dentro de un perfil unibody. El conjunto es más redondeado lo que lo hace más reconocible dentro de las líneas de diseño heredadas de la marca alemana. La estética es cuestión de gustos, aunque el Megane parece ofrecer una propuesta más novedosa, aunque eso no tiene porqué jugar a su favor.
Dimensiones y habitabilidad
Las líneas del Megane engañan a la vista, porque por fuera parece ser más grande de lo que realmente es. Es más corto que el ID.3, 4,21 metros por 4,26, una diferencia de siete centímetros que se reflejan completamente en la batalla: 2,70 metros en el francés y 2,77 metros en el alemán, lo que juega a favor de la mejor habitabilidad del segundo.
En cambio, la mayor altura del Megane (1,50 metros freten a 1,60) le permiten disponer de 440 litros de maletero a los que hay que sumar otros 22 litros que se encuentran bajo el suelo, el ID.3 aquí se queda más corto con 358 litros. No solo la altura es responsable de esta diferencia, también lo es que el alemán es tracción trasera y el francés delantera, por lo que el motor no resta espacio en esta parte. En cualquier caso, ninguno de los dos ofrece un compartimento en la parte delantera que suele ser muy útil para guardarlos cables de carga.
Motores, rendimiento y baterías
En ambos casos la gama se compone de tres versiones, con dos baterías y dos motores. Para el motor eléctrico, Renault sigue confiando en sus motores síncronos de excitación externa con rotor bobinado, mientras que Volkswagen recurre a motores de imanes permanentes. En el caso del Megane, el motor está instalado en la parte delantera y está disponible en dos potencias: EV40, 130 CV y EV60, 218 CV. En su caso, además, las cuatro configuraciones mecánicas estarán disponibles con los tres niveles de equipamiento. En el Volkswagen ID.3 se ofrece un tándem específico para cada nivel de equipamiento. En el caso el motor, situado en la parte trasera, puede tener una potencia de 145 o 204 CV.
Al igual que ocurre con los motores también están disponibles dos niveles de batería en ambos compactos. En el caso del Megane la variante EV40 tiene una batería de 40 kWh de capacidad con una autonomía WLTP de 300 kilómetros. En las configuraciones Super Charge y Optimum Charge, asociadas al motor de 220 CV la variante EV60 (siempre con el motor de mayor potencia) cuenta con una batería de 60 kWh de capacidad que, según el acabado puede ofrecer entre 450 y 470 kilómetros de autonomía.
En el Volkswagen ID.3 las baterías disponibles son de 58 kWh o de 77 kWh. Ya sea en la versión Pro (motor de 145 CV) o Pro Performance (204 CV), la autonomía está entre los 397 y los 417 kilómetros. Con la batería superior de 77 kWh, solo disponible en la versión Pro S y el motor de 204 CV la autonomía está entre los 545 y los 548 kilómetros.
Estas cifras suponen que el Renault Megane declara una media de consumo de 13,33 kWh/100 km (12,77 kWh/100 km en las versión EV60). En el caso del Volkswagen el consumo medio sube a 14,25 kWh/100 km en las versione de 58 kWh o de 14,10 kWh/100 km en la de 77 kWh. Todas ellas cifras teóricas que distarán de la realidad en condiciones reales de carretera.
Velocidad de recarga
Estos dos coches eléctricos destacan por su oferta en cuanto a los sistemas de recarga que ofrecen. En el caso particular del Megane e-Tech las configuraciones son muy variadas. La versión EV60 Optimum Charge se beneficia de un cargador embarcado de 22 kW en trifásica y carga rápida de 130 kW en corriente continua. Las otras versiones, Super Charge y Standard Charge, se limitan a un cargador de a bordo de 7 kW, manteniendo la carga rápida en el primer caso y prescindiendo de ella en el segundo. Antes del anuncio de los precios finales, Renault revisó su gama para ofrecer una versión intermedia EV40 Boost Charge que ofrece un cargador de a bordo de 22 kW y un potencia de recarga rápida de 85 kW.
En el Volkswagen ID.3 no es posible incluir un cargador embarcado de 22 kW, pero en cualquiera de sus configuraciones sí está presente uno de 11 kW y una potencia de recarga en corriente continua de 120 kW que en la versión más alta de la gama, la Pro S asciende hasta los 135 kW.
Al formar parte del consorcio Ionity, Volkswagen ofrece una tarifa preferencial gracias en su oferta We Charge Plus, a un precio de 0,30 €/min con una suscripción con compromiso de permanencia de 12 meses de 17,49 €/mes (9, 99 €/mes el primer año).
Renault no ofrece ninguna oferta, a excepción de una tarjeta Mobilize Charge Pass gratuita que desbloquea 260.000 puntos de recarga públicos al precio del operador. Para beneficiarse de la red Ionity, por ejemplo, deberá suscribirse a Ionity Passeport (abierto a todas las marcas) que reduce el precio a 0,35 €/min con una suscripción de 17,99 €/mes (durante 12 meses).
Gama completa
Uniendo todas las opciones mecánicas y los equipamientos, el Renault Megane ofrece una gama de doce versiones que en España parten de 35.200 euros y pueden llegar hasta los 47.700 euros.
- Mégane E-Tech Equilibre EV40 96kW (130CV) Standard charge - 35.200 €
- Mégane E-Tech Equilibre EV40 96kW (130CV) Boost charge - 37.100 €
- Mégane E-Tech Equilibre EV60 160kW (220CV) Super charge - 40.200 €
- Mégane E-Tech Equilibre EV60 160kW (220CV) Optimum charge - 41.700 €
- Mégane E-Tech Evolution ER EV60 96kW (130CV) Super charge - 41.200 €
- Mégane E-Tech Evolution ER EV60 96kW (130CV) Optimum charge - 41.700 €
- Mégane E-Tech Techno EV40 96kW (130CV) Standard charge - 38.200 €
- Mégane E-Tech Techno EV40 96kW (130CV) Boost charge - 40.100 €
- Mégane E-Tech Techno EV60 160kW (220CV) Super charge - 43.200 €
- Mégane E-Tech Techno EV60 160kW (220CV) Optimum charge - 44.700 €
- Mégane E-Tech Iconic EV60 160kW (220CV) Super charge - 46.200 €
- Mégane E-Tech Iconic EV60 160kW (220CV) Optimum charge - 47.700 €
El Volkswagen ID.3 se ofrece en versión Pro con 58 kWh de 145 CV que cuesta 38.525 euros o Pro Performance de 204 CV que tiene un precio de 40.100 euros. La versión Pro S con 77 kWh de batería y motor de 204 CV eleva la tarifa hasta los 43.560 euros.
Ambos modelos suponen un nuevo capítulo en la historia de sus respectivos fabricantes. Son los primeros que se fabrican a partir de una plataforma especialmente dedicada. Si bien el Volkswagen ID.3 ya ha encontrado su sitio en el mercado convirtiéndose en uno de los coches eléctricos más vendidos de Europa, al Megane le queda todo por hacer.