El nuevo Renault Twingo Electric es por fin una realidad tangible y hemos podido probarlo en su presentación internacional. Suena raro esto último en un contexto de pandemia y pocos viajes pero, en esta ocasión, es algo diferente y es el Twingo Electric quien girará por multitud de países para no desplazarnos nosotros. El Twingo eléctrico de última generación coge el testigo de aquel primer Twingo lanzado en 1992, con la misma filosofía urbana pero adaptado a los tiempos actuales gracias, entre otras cosas, a su propulsión totalmente eléctrica, sin emisiones locales ni ruidos. Sigue leyendo para conocer nuestras primeras impresiones del nuevo coche eléctrico de Renault.
Desde el lanzamiento del primer Twingo se han vendido en todo el mundo 3,8 millones de unidades del modelo a lo largo de sus tres generaciones. Una cifra muy notable que bien le merece la consideración de modelo exitoso. Muchos recordarán el Twingo como un coche simpático -del que se ha hecho algún que otro chiste, dicho sea de paso-, pequeño y práctico para la ciudad. Ahora hay que añadir a lo anterior otra característica: en España solamente podrá ser eléctrico (no así en otros países europeos, donde seguirán existiendo opciones de gasolina además de la versión eléctrica).
Un diseño alegre y juvenil, con detalles azules para indicar que es eléctrico
El nuevo coche eléctrico de urbano de Renault mide 3,61 metros de largo por 1,65 metros de ancho y 1,56 metros de alto. Su diseño exterior se caracteriza por los detalles en color azul en la parrilla, la línea que recorre la cintura lateral o el centro de las ruedas, un azul que indica su condición de eléctrico.
Renault Twingo Electric.
Por lo demás, es prácticamente idéntico al Twingo con motor de gasolina. Son muy características las ópticas LED en forma de C, tanto en el frontal como en la zaga. En la parte trasera toda la parte de color negro corresponde al portón del maletero, hecho de vidrio en una sola pieza. En términos generales, hace gala de un diseño juvenil, con múltiples opciones de personalización para el color de la carrocería, la línea de la cintura o las llantas (disponibles con diámetros de 15 y 16 pulgadas).
Este frescor en el diseño se traslada también al interior, personalizable con paquetes de estilo que afectan al color de la banda del salpicadero, los contornos de los aireadores, la base de la palanca de cambio, parte del tapizado y los radios del volante. En nuestra unidad teníamos tapicería negra con detalles en blanco, salpicadero en plástico piano negro y paneles de las puertas en blanco.
Renault Twingo Electric.
Los materiales elegidos para el habitáculo son plásticos duros en su mayoría; es un coche de planteamiento sencillo y como tal se refleja en sus acabados. No es que sean malos, pero en coches de esta categoría son esencialmente básicos. También en detalles como la falta de regulación telescópica para el volante (sí tiene regulación en altura). Achaco a esto lo difícil que me resultó encontrar un postura de conducción confortable, pues para tener cómodas las piernas (sin rozar el plástico que hay tras el volante), se me quedaba muy alejado el volante. Jugar con la regulación de altura del asiento tampoco funcionaba.
El volante tiene molduras decorativas donde podría tener más botones multifunción: sólo tiene cinco, para activar el control por voz y para algunas funciones del control de crucero, pero queda mucho plástico libre alrededor. El control de crucero o el limitador de velocidad se encienden en un botón de la consola central, cuando podría ir en el volante junto al botón de 'reset' y el de aumentar/disminuir velocidad. Es una distribución un tanto absurda.
Puesto de conducción del Renault Twingo Electric.
El cuadro de instrumentos mezcla un velocímetro analógico en forma de media luna con una pequeña pantalla digital. En esta se muestra información sobre el porcentaje de carga, autonomía restante, velocidad instantánea, temperatura exterior, marcha seleccionada y los datos del ordenador de a bordo. Es muy sencilla y no es personalizable, como suele estar de moda últimamente.
Las puertas traseras son sencillas: las ventanillas de la segunda fila tienen apertura tipo compás y el asidero es una pieza flotante del tamaño de los cuatro dedos con que se agarra. Eso sí, el reposabrazos va forrado en polipiel (o símil de piel). El ruido al cerrar las puertas ya nos indican que son, como decíamos, esencialmente básicas.
Puerta trasera del Renault Twingo Electric.
La parte trasera es apta para 2 adultos y, aunque hay suficiente altura al techo (mi estatura es 1,83 m), el reducido tamaño de las ventanillas empequeñece esa sensación. Con el asiento delantero en mi posición normal, al sentarme en la segunda fila tengo que sacar las rodillas hacia el exterior del respaldo del asiento delantero. Es cierto que el espacio está bien aprovechado, pero no existen los milagros; al fin y al cabo, es un coche de 3,61 metros de longitud total.
En la consola central hay huecos de sobra para dejar todo lo que solemos llevar encima: teléfono móvil, cartera, llaves, etc. Cuenta con 2 tomas USB más una auxiliar y equipa de serie el sistema Renault EASY LINK, con pantalla central táctil de 7 pulgadas y servicios conectados Renault EASY CONNECT, con funciones específicas para el vehículo eléctrico (accesibles también desde la aplicación móvil MY Renault).
Con el Twingo Electric podrás maniobrar en una baldosa
Estamos de acuerdo en que el subtítulo anterior no es literal, pero sirve para reflejar la extraordinaria maniobrabilidad del Twingo Electric. Las ruedas giran 45º, permitiendo un radio de giro entre bordillos de 4,30 metros. Esto se traduce en una tremenda facilidad para aparcar, moverte entre el tráfico o poder dar media vuelta en sitios estrechos. Algo tremendamente práctico en ciudad. Eso sí, habrá que girar bastante el volante, pues tiene 4 vueltas entre topes (3,93 para ser más exactos).
El Renault Twingo Electric tiene un radio de giro de sólo 4,30 metros.
El coche está pensado para la ciudad y es su entorno natural, por eso me hubiera gustado que el recorrido durante la presentación hubiera tenido mayor proporción de circulación en ciudad. Renault quería demostrar que también es un coche válido para viajar por carretera, y sin duda es válido, pero no es el mejor coche para ello. En ciudad sí que es un coche agradecido de llevar.
Durante el recorrido, con buena parte de tramos de curvas en carretera secundaria y autovía, el coche me transmitió poca sensación de aplomo circulando en carretera. No ayudaban las condiciones meteorológicas en el día de la presentación, con fuertes rachas de viento (y lluvia de manera intermitente). Esto obligaba además a hacer pequeñas correcciones en el volante de manera continua. La dirección está muy asistida, demasiado para mi gusto, algo habitual en este tipo de coches urbanos, en los que se prioriza sobre todo la comodidad al maniobrar en ciudad.
Renault Twingo Electric.
El Twingo Electric monta un motor síncrono con rotor bobinado, denominado R80, ubicado en el eje trasero bajo el maletero. Tiene 82 CV de potencia máxima y 160 Nm de par. Es una potencia suficiente para una conducción tranquila normal; no es un alarde de prestaciones (recupera de 80-120 km/h en 11,5 segundos) pero responde de manera suficiente ante un adelantamiento o circulando por autovía (la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 135 km/h).
Batería, autonomía y consumos
El Twingo Electric también tiene un modo ECO que limita a 100 km/h la velocidad máxima, aunque pude alcanzar los 109 km/h de marcador circulando en llano, y restringe la potencia a 46 CV (34 kW) a partir de los 50 km/h (hasta esa velocidad no hay limitación de potencia). El sistema de climatización no se ve afectado por el modo ECO, por lo que cabe presuponer el mismo rendimiento a la hora de calentar/enfriar el habitáculo.
Renault Twingo Electric.
Para aprovechar al máximo el uso de la energía, cuenta con recuperación energética en las frenadas, seleccionable mediante el modo B en la palanca de cambios. Se pueden seleccionar tres posiciones: B1, B2 o B3, ordenadas de menor a mayor retención. En el B3 se recupera la máxima energía y podemos limitar bastante el uso del pedal de freno, aunque no tanto como en otros coches eléctricos.
En cuanto al acumulador energético, tenemos una batería de iones de litio con 21,3 kWh de capacidad útil. Tiene celdas LG Chem y está ubicada bajo los asientos delanteros para optimizar el reparto de pesos (recordemos que el Twingo tiene el motor y la transmisión en el eje trasero). Una novedad muy importante es que está refrigerada por líquido.
La batería está situada debajo de los asientos delanteros.
El dato oficial de autonomía nos habla de 190 kilómetros en ciclo WLTP, que aumentan a 225 km utilizando el modo ECO. La parte más positiva es que en ciudad homologa 270 km de autonomía (WLTP Urban); la parte negativa, que Renault anuncia sólo 110 km de autonomía en invierno.
Durante el recorrido de nuestra prueba, que combinaba ciudad, carreteras nacionales y autopista, acabamos con un consumo medio de 12,3 kWh/100 km. Durante la práctica totalidad del recorrido circulé con el modo de máxima recuperación energética (B3), sin el modo ECO activado y aproximadamente la mitad del tiempo llevé el aire acondicionado encendido. Aunque en las presentaciones no podemos sacar conclusiones precisas sobre el consumo, nos da una idea de lo frugal que puede llegar a ser este pequeño urbano eléctrico.
Renault Twingo Electric.
En cuanto a la carga, el Twingo Electric viene con el cargador Caméléon de serie, gracias al cual se puede recargar a potencias que van desde 2,4 kW (un enchufe doméstico convencional) hasta 22 kW en corriente alterna trifásica. En este último caso, se puede recargar del 15 al 80 % en 50 minutos y una carga completa requiere 1 hora y 30 minutos. Si lo enchufamos en un cargador de pared tipo wallbox de 7,4 kW, la batería tarda unas 4 horas en recargarse completamente.
El Renault Twingo eléctrico tiene un precio de 21.900 euros
Dice Renault que el Twingo Electric es «la respuesta a la evolución de la demanda en el segmento de los pequeños coches urbanos», en el que los conductores buscan vehículos que sean prácticos, respetuosos con el medioambiente y económicos. Y aquí está el quid de la cuestión: ¿es realmente un coche económico el Twingo eléctrico?
A la izquierda, Renault Twingo Electric Vibes (edición limitada).
En nuestro país se venderán dos niveles de equipamiento: Zen y la edición limitada Vibes, con una estética diferenciada, carrocería en color naranja y más equipamiento. El precio del Twingo Electric Zen parte de 21.900 euros (antes de ayudas), que se pueden quedar en 20.900 €; con los descuentos de Renault. El SEAT Mii Electric es más asequible, tiene un tamaño y potencia casi idénticos, pero su batería tiene aproximadamente un 50 % más capacidad que la de Twingo eléctrico.
Aunque quizá el mayor problema del Twingo estará en casa. Se llama Dacia Spring, llegará el año que viene con 225 km de autonomía y promete convertirse en el coche eléctrico más asequible de Europa.