Los precios de las baterías aumentaron casi un 10 % entre abril de 2021 y abril de 2022. La subida de los precios de los principales materiales que las componen es la responsable de este incremento que ha cortado la tendencia a la baja de los años anteriores. Seis son los materiales más importantes que forman parte de las baterías: litio, níquel, cobalto, aluminio, cobre y manganeso. Cada uno de estos seis metales tiene parte de responsabilidad en esta subida, pero ¿cuánta?
El índice de precios al productor para la fabricación de baterías aumentó un 9,7 % de abril de 2021 a abril de 2022, según la base de datos FRED del Banco de la Reserva Federal de St. Louis. Un factor que está teniendo un impacto fundamental en el escenario comercial actual es el precio de los metales utilizados en las baterías. Esta es la evolución de precios que han tenido cada uno de los seis materiales más importantes que las forman.
Litio
Las baterías de los vehículos eléctricos pueden utilizar carbonato de litio o hidróxido de litio. Sus cantidades se expresan en carbonato de litio equivalente (LCE) que contiene ambos. El carbonato de litio se utiliza para las baterías de litio ferrofosfato (LFP). Las ventas de vehículos eléctricos que utilizan estas baterías se han acelerado en China por lo que la falta de inversión en capacidad de producción debido a la caída de los precios sufrida por este material hasta 2021 significa que es probable que haya déficit de él durante algunos años.
Su alto potencial electroquímico y su bajo peso hacen del litio un material anódico ideal. Según Benchmark Mineral Intelligence, a partir del 16 de mayo, los precios del carbonato de litio y del hidróxido de litio aumentaron un 431,6 % y un 461,3 % respectivamente, en relación al año anterior. No es de extrañar que el mes pasado el CEO de Tesla, Elon Musk, instara a los empresarios a "entrar en el negocio del litio" durante la presentación de resultados económicos del primer trimestre.
Níquel
Según el último informe de la consultora Adamas Intelligence, a nivel mundial, las baterías de litio que emplean cátodos ricos en níquel para sus celdas ha sido la más utilizada por los fabricantes de vehículos eléctricos. El 54 % de la cuota de mercado emplea químicas ternarias NCM (níquel, cobalto, manganeso) y NCA (níquel, aluminio y cobalto) con un contenido en níquel por encima del 60 % respecto al resto de los componentes.
El precio del níquel alcanzó un máximo de 48.241 dólares la tonelada el 10 de marzo, un 132,8 % más que a principios de año. Desde entonces, los precios han bajado considerablemente, pero siguen subiendo más de la mitad año tras año. Y dado que el níquel representa de un tercio a cuatro quintos del cátodo en las baterías de NCM y NCA, respectivamente, cualquier aumento de precio en el metal puede tener grandes implicaciones para los fabricantes.
Cobalto
El cobalto es un material crítico en la mayoría de las químicas de baterías que se emplean actualmente tanto en la electrónica de consumo como en la industria de los vehículos eléctricos. A menudo, se recupera como un subproducto de la extracción del cobre y el níquel, lo que significa que la demanda y los precios de esos otros metales afectan a su disponibilidad.
Los precios del cobalto suben un 80 % año tras año, aumentando especialmente entre mediados del mes de febrero y mediados de marzo de este año. El metal, que puede representar hasta una quinta parte del peso del cátodo en las baterías de iones de litio para vehículos eléctricos, se considera “el mayor riesgo en la cadena de suministro de materiales para los vehículos eléctricos a corto y medio plazo", según la Oficina de Tecnologías del Vehículo del Departamento de Estado de Energía de EE.UU.. Existen preocupaciones ambientales y de derechos humanos asociadas con la extracción de cobalto, especialmente en la República Democrática del Congo, de donde proviene alrededor del 60 % del suministro mundial.
Aluminio
El papel de aluminio en las baterías de los vehículos eléctricos es principalmente como colector de corriente del cátodo. Sin embargo, además de esta función, existen trabajos que tratan de emplearlo como un sustituto del litio ya que contiene mucha más densidad de energía que las baterías de iones de litio. La tecnología de aluminio-aire es muy eficiente energéticamente siendo capaz de ofrecer una autonomía de 700 kilómetros con un solo kilogramo de aluminio. A igualdad de peso, el aluminio tiene una densidad energética superior a la de la gasolina.
La tecnología metal-aire que se emplearía en ellas logra producir energía eléctrica mediante la reacción de varios metales con el aire. Este tipo de baterías está recibiendo mucha atención por parte de los investigadores por sus extraordinarias características, particularmente si se combina con el uso de aluminio. Es un metal muy liviano, económico y abundante y no tiene riesgo de explosiones.
Los precios del aluminio han subido un 13,14 % en comparación con los recogidos el año pasado.
Cobre
Las baterías de iones de litio suelen utilizar una lámina de cobre como sustrato de ánodo. Los precios del cobre alcanzaron un máximo de 4,94 dólares por libra el pasado 4 de marzo de 2022, un 11,8 % más que a principios de enero. Sin embargo, los precios se han enfriado, cayendo hasta los 4,10 dólares por libra a mediados de mayo.
Manganeso
El manganeso se utiliza como material en el cátodo de las baterías ternarias NCM. Sin embargo, existe otra opción: las baterías ricas en manganeso. Tesla está explorando las propiedades del manganeso para su uso en celdas de baterías. Según Elon Musk, su CEO, “es relativamente sencillo hacer un cátodo que tenga dos tercios de níquel y un tercio de manganeso, lo que nos permitiría producir un 50 % más de volumen de celda con la misma cantidad de níquel". Su objetivo es utilizar esta química como complemento a las basadas en níquel y hierro.
El precio del manganeso, utilizado como material catódico en las baterías de iones de litio (NMC), ha subido un 4,9 % en el último año.
