El mundo del motor está cambiando. La industria está sufriendo una transformación. El cambio de paradigma en la movilidad ha atraído a nuevos e interesantes fabricantes y desarrolladores. Rivian es uno de los más conocidos en esta nueva era. La empresa americana continúa con sus planes de expansión. Acaba de cerrar una nueva ronda de financiación privada por un valor total de 2.500 millones de dólares.
Y es curioso que Rivian atraiga tanta inversión porque por el momento no ha puesto ni un solo coche sobre el asfalto. Las promesas y los datos actuales hacen pensar que Rivian será una marca importante en el mercado de los vehículos eléctricos. Años atrás ya dio el campanazo tras firmar un acuerdo multimillonario con Amazon para la producción de vehículos industriales ligeros para reparto.
De hecho, ha sido la propia Amazon la que más dinero ha invertido en Rivian desde su lanzamiento. A través de la empresa Climate Pledge Fund, la compañía americana no es la primera vez que se sitúa a la cabeza en las inversiones. En esta última ha habido otros participantes de renombre como el fondo D1 Capital Partners e incluso la Ford Motor Company, además de otras cuentas e inversores hasta un total de 2.500 millones de dólares.
Rivian R1T.
Hasta la fecha, Rivian ha recaudado un total de 10.500 millones de dólares en rondas de financiación desde 2019. Desde hace dos años el fabricante americano ha conseguido convencer a numerosos inversores de su capacidad de producción y desarrollo de vehículos eléctricos, y sin lugar a dudas el contrato firmado con Amazon para la producción de 100.000 furgonetas de reparto les ha puesto en el mapa.
Todo ello, repetimos, sin llegar a producir ni un solo coche, al menos no por el momento. En el disparador de salida hay dos modelos, el Rivian R1T y el Rivian R1S. Una pick-up y un SUV, respectivamente, que están llamados a revolucionar la industria y el mercado de los coches eléctricos. Todo el mundo tiene ganas de ver de lo que son capaces, pero por el momento son muchos los retrasos acumulados, el último de ellos la semana pasada por "desafíos imprevistos".
La realidad es que el dinero recaudado en esta última ronda ya tiene un destino. La idea de la compañía es emplear lo ganado en la construcción de una nueva fábrica de vehículos y otra de baterías. El coste estimado para ello es entre 2.500 y 3.000 millones de euros. Aunque las primeras voces anunciaron que esa nueva fábrica podría fijarse en Europa, ahora todo parece indicar que se quedará en casa, en Estados Unidos, con una localización no fijada, al menos por el momento.
Actualmente Rivian tiene un acuerdo firmado con Samsung para el suministro de las pilas que alimentan a las furgonetas de reparto y sus dos modelos nonatos. La fabricación de baterías resulta vital para la empresa, y está planificado que esa nueva fábrica tenga una capacidad anual de 50 GWh a pleno rendimiento. Semejantes cifras darían lugar a una producción aproximada que suministraría energía a unos 370.000 vehículos.