El Rolls-Royce Spectre es uno de los modelos que más ha costado a la marca desarrollar. Su tecnología punta como modelo eléctrico, así como otros muchos puntos determinantes, han hecho a la firma británica posicionarse como todo un referente del sector. De hecho, en una reciente entrevista con Car Dealer Magazine, Torsten Müller-Ötvös, CEO de la marca, ha dado importantes pinceladas sobre cómo ven en Rolls-Royce a su modelo más esperado.
El máximo directivo de Rolls-Royce asegura que muchos clientes han visto en el Spectre toda una oportunidad de hacer negocio con él. “Muchos compradores lo ven como la primera propuesta en el segmento de ultra-lujo que se vuelve eléctrico,y eso es mucho. Es una sensación similar a la de 2007: llevar tu primer iPhone en el bolsillo es como que te vean al volante de un Spectre”.
Sin embargo, existe una gran diferencia entre el primer iPhone de Apple y el presente Rolls-Royce Spectre, y no hablamos de su evidente diferencia de precio o su posicionamiento, sino más bien en la obligatoriedad de quedárselo durante un plazo de tiempo medio.
El CEO de Rolls-Royce es consciente de que el Spectre puede presentarse como un buen objeto de especulación. Concretamente, habla de aquellos que compran el coche y muy poco tiempo después lo venden por un importe superior al que lo compraron. Una forma de hacer negocio. Para esto, Müller-Ötvös y su equipo tienen una solución drástica, pero efectiva a ojos de la compañía: “Quienes busquen obtener beneficios con la reventa de un Spectre no podrán comprar otro modelo de Rolls-Royce de por vida”.
En un evento celebrado recientemente en California, el CEO puntualizó que, por lo general, para comprar un modelo de la compañía, primero hay que presentar una solicitud “y luego puede obtener la posibilidad de configuración y pedido”. En caso de que detecten la reventa de un vehículo, “pasan inmediatamente a una lista negra: nunca más tendrá la oportunidad de comprar un Rolls-Royce”.
A raíz de estas declaraciones han sido muchos los puntos de compra-venta de vehículos de alta gama que se han quejado. Uno de ellos ha sido el distribuidor Tom Hartley, de Reino Unido, quien ha confirmado que ya cuenta con dos ventas a través de este método. “El dinero habla y los fabricantes nunca impedirán que los empresarios, hombres de negocios y aristócratas exitosos puedan vender sus coches cuándo y cómo quieran”, aseguró. Al mismo tiempo, acentuó la poca justificación de que un fabricante de automóviles pueda decir qué hacer con un vehículo de más de medio millón de euros. “No está bien. Las circunstancias de las personas cambian, podrían tener una razón genuina para la venta, como problemas financieros”.
Aunque su precio de partida se sitúe en torno a los 400.000 euros, desde la compañía afirman que la mayoría de pedidos con los que ya cuentan superan holgadamente los 550.000 euros. Al mismo tiempo, la lista de espera para obtener un Spectre ya es de más de dos años, ya que el modelo se presenta como todo un éxito para la compañía británica.