Rolls-Royce, la excelencia sobre cuatro ruedas sigue en marcha con el desarrollo de su primer coche eléctrico. El Rolls-Royce Spectre está cumpliendo con su exigente programa rodando por los escenarios más complejos y variados del mundo. Desde las normales carreteras del sur de España hasta el frío más extremo del mundo. A escasos 55 kilómetros del Círculo Polar Ártico, el Spectre realiza sus ensayos en un entorno donde pocas veces será puesto a prueba.
Y es que Rolls-Royce no solo es conocida por la calidad y el precio de sus coches. Sus desarrollos van más allá de lo exigido en la industria. La fase de pruebas de un coche normal suele estimarse entre 20 y 24 meses. El Rolls-Royce Spectre superará generosamente esas cifras. Más de 2,5 millones de kilómetros de pruebas que simulan 400 años de uso. Ese es el objetivo que debe cumplir el nuevo eléctrico de Goodwood antes de salir al mercado. Las fechas estiman que los primeros clientes empezarán a recibir sus preciadas unidades a finales del 2023.
En este caso las pruebas se han realizado dentro del Círculo Polar Ártico con temperaturas que alcanzan los -40ºC. Todos sabemos que el frío reduce la autonomía de las baterías, y aunque el Spectre nunca sea puesto a prueba ante tal extremo térmico, los ingenieros quieren conocer cómo responde el sistema ante semejante entorno. Espera lo mejor, pero prepárate para lo peor. Si los ensayos son duros, los resultados serán perfectos. Rolls-Royce no quiere sorpresas, ni clientes insatisfechos o llamadas a revisión. Cada mínimo detalle se vigila, prueba y vuelve a comprobar.
Algunos datos técnicos del Rolls-Royce Spectre
Aprovechando la ocasión, los de Goodwood han visto el momento ideal para lanzar algunos datos y detalles técnicos de su primer eléctrico. El Rolls-Royce Spectre estará apoyado sobre una plataforma fabricada integralmente en aluminio denominada Architecture of Luxury. Anclada a esa arquitectura se encuentra un tren motriz completamente eléctrico que ha sido "educado" para ser capaz de responder a cualquier exigencia. Los requisitos de ingeniería han alcanzado un nivel nunca visto.
El Spectre será el Rolls-Royce más inteligente de la historia. 141.200 relaciones entre emisor y receptor, más de 1.000 funciones y 25.000 subfunciones se encargarán de controlar todo. En comparación, nada mejor que ver las diferencias con el Phantom, el buque insignia de la casa, que muestra 51.000 interconexiones, 456 funciones y 647 subfunciones. Todas ellas circularán por unas entrañas con más de 7 kilómetros de cableado, con 25 veces más de programación informática y algoritmos asociados.
A pesar de la mucha tecnología e informática que guarda para sí, el Spectre no deja de ser un Rolls-Royce. El Espíritu del Éxtasis es sinónimo de lujo y confort. Con un coeficiente aerodinámico de 0,26, unas ruedas de 23 pulgadas y un peso descomunal, la primera berlina eléctrica de la casa se deslizará por el asfalto o la tierra de la forma más sutil y elegante posible. Sus ocupantes estarán aislados por gruesos paneles de cristal y más de 700 kilogramos de material aislante. Casi lo que pesa un coche del segmento A.