El sector del lujo no depende de modas, crisis o tendencias. El lujo siempre ha estado y estará ahí. Las grandes fortunas del mundo buscan tener lo mejor de lo mejor, lo más exclusivo del mercado. El Rolls-Royce Spectre ha nacido para llevar a los coches eléctricos a una nueva dimensión. A pesar de su elevado precio, el primer eléctrico de los de Goodwood ha despertado el interés de tantos compradores que su producción tendrá que incrementarse pronto o de lo contrario muchos pedidos deberán esperar un tiempo indefinido.
Estamos ante el sueño de cualquier fabricante de coches, pero es que Rolls-Royce no es un fabricante normal y corriente. Rolls-Royce no tiene líneas de montaje, sino una cadena de producción que más parece una vieja fábrica artesanal que una moderna instalación puntera. Cada coche se ensambla a mano con los mejores materiales y los ajustes más finos y delicados de la industria. El tiempo de producción de cada unidad no es fijo, varía en función de las solicitudes del cliente y eso hace que elevar el volumen de producción sea mucho más complicado para los ingleses.
El precio del Rolls-Royce Spectre arranca por encima de los 400.000 euros, un coste al que sólo pueden acceder las grandes fortunas del mundo. Sin embargo, muchas de esas fortunas quieren pasarse a la movilidad eléctrica atraídas por un producto que será muy difícil de ver en la calle. Las primeras entregas no se producirán hasta el último tercio del año 2023, pero en Goodwood ya empiezan a reorganizar la producción para así poder acoger más pedidos. El propio CEO de la compañía, Torsten Müller-Ötvös, ha sido el encargado de comunicar la impredecible situación.
“La entrada de pedidos para el Spectre es mucho mejor de lo que esperábamos. Nos quedan un par de meses para arrancar la producción, pero si esta tendencia continúa estoy bastante seguro que tendremos que ajustar nuestros planes.” Algunos de esos pedidos en firme tienen fechas de entrega de más de un año, tiempo que no muchos clientes ansiosos están dispuestos a esperar. Para que ese tiempo no siga creciendo, la posibilidad de aumentar la producción es más que real, aunque ahora tendrán que ver cómo lo hacen ya que los otros productos de la casa, entre ellos el Rolls-Royce Cullinan, también tienen una larga lista de solicitudes.
Autodenominado por Rolls-Royce como su coche “más perfecto”, el Spectre muestra datos asombrosos. Con una longitud total de 5,45 metros de largo y un peso de 2.975 kilos, el tamaño de su batería es totalmente desconocido, aunque supera tranquilamente la barrera de los 100 kWh de capacidad. Gracias a ella y a un tren motriz dual, el eléctrico desarrolla una potencia de salida de 585 caballos y un par de 900 Nm. Sus casi tres toneladas de peso pueden alcanzar los 100 km/h en apenas 4,5 segundos y su autonomía eléctrica estimada es de 520 kilómetros. Para su interior no se reserva la tecnología más avanzada del mercado, pero sí los mejores materiales que hay en la industria.