A veces, las subastas de coches son una magnífica oportunidad para conseguir un modelo especial a buen precio (o simplemente, conseguirlo). Y en esta ocasión, saldrá a subasta un coche bastante especial y muy real. El primer eléctrico en la historia de Jaguar y el primer eléctrico también de la familia real británica.
Hablamos de un Jaguar I-Pace EV400 HSE, un coche que, además, luce una pintura muy especial.
Con matrícula OY18 BVC, es del año 2018 y fue adquirido a nivel personal por el entonces príncipe Carlos, que lleva tiempo muy comprometido con la protección del medioambiente y la reducción de las emisiones, para lo cual no duda en dar ejemplo. Este I-Pace fue el primer coche cero emisiones de su colección.
El coche se lo entregó Jaguar al príncipe Carlos (ahora con el título de rey Carlos III) para uso y disfrute personal, aunque también se le ha podido ver en actos oficiales. De hecho, durante el tiempo que estuvo con la familia real, también se vio a la reina Isabel II conduciéndolo en alguna ocasión.
Originalmente lucía una pintura Gris Eiger, uno de los colores estándar en la paleta del modelo, que sigue vigente actualmente. Sin embargo, el rey Carlos III insistió en pintar el coche en su color favorito: el mencionado Azul Loira.
A día de hoy, sigue siendo el único I-Pace del mundo con este color. Lo más parecido es la pintura metalizada Azul Portofino que se puede pedir opcionalmente en cualquier unidad de este mismo modelo.
Aunque los coches de la familia real suelen tener detalles diferenciadores, este I-Pace es bastante normal en este sentido. Solamente se le instalaron luces azules (como los vehículos policiales), algo habitual en los coches de los Windsor.
Este I-Pace permaneció en propiedad de la casa real británica hasta diciembre de 2021, después de recorrer algo menos de 5.000 kilómetros. Como suele hacerse con todos los coches reales, se eliminó el registro de la matrícula original y se le asignó la OU18 VLW, que denota la misma edad del vehículo.
Se puso a la venta en un concesionario de Oxford, sin mencionar su procedencia. Lo compró un particular, quien le ha hecho algo más de 50.000 kilómetros, sumando un total de 57.126 kilómetros en el momento de publicar el anuncio. Tratándose de una unidad tan especial, tiene un historial de mantenimientos en la casa oficial y está en perfecto estado de revista.
Según el anunciante, el precio del vehículo en subasta se estima entre 55.000 y 70.000 libras esterlinas, que son entre 64.200 y 81.800 euros al cambio actual. Está claro que, con el pedigrí royal de esta unidad, su precio estará por encima del habitual en el mercado, aunque la estimación parece bastante optimista.