Las baterías de los coches eléctricos no sin inmortales y de cómo se usen dependerá alargar más o menos su vida. Aunque los fabricantes hablan de una duración de 20 años, está claro que esto depende de muchos factores y, en todo caso, la degradación aparece mucho antes. De ahí que las garantías que ofrecen las marcas son amplias, de hasta ocho años, para que los clientes no tengan que asumir el gasto de una tecnología que sigue en constante evolución.
Y las tan extendidas baterías de iones de litio sufren especialmente con los ciclos de carga, sobre todo si hablamos de cargas y descargas por completo, hasta el 100 o 0 %. Es por eso que los fabricantes se guardan un margen de seguridad.
Piensa, por ejemplo, en un coche eléctrico que anuncie que la batería tiene 45 kWh de capacidad bruta o total y que 41 kWh sea la capacidad útil, utilizable o real. Quiere decir que hay 4 kWh hora de margen, que no se cargarán ni descargarán, con el objetivo de alargar la vida de este vital componente. La capacidad viene a indicar la cantidad de energía que puede almacenar la batería. Y 1 kWh significa que se puede entregar 1 kW de potencia durante una hora.
La salud de la batería eléctrica se puede cuidar con especial atención si el propietario no deja que la carga o autonomía se quede por debajo del 20% o que, cuando se recargue, no suba mucho más allá del 80%. Pero es un complemento a algo en lo que ya pensaron los ingenieros y que se hace para los conductores que no tienen ninguna intención de preocuparse por esto. También se habla de que un uso para trayectos cercanos a los 100 kilómetros es mucho mejor que pequeños recorridos de unos pocos kilómetros.
Este conocido como buffer o margen de seguridad también se utiliza para que la curva en los procesos de carga se mantenga sin picos especialmente notables, con los que también se resiente la batería. Y, además, es una manera de ganarle terreno a la degradación, porque se puede compensar la pérdida de capacidad con el extra que hay como salvaguarda, hasta cierto punto.
Ni todas las marcas utilizan el mismo buffer, ni tampoco especifican siempre si los kilovatios hora que cifran en su coche son útiles o totales, aunque lo cierto es que con el tiempo es algo que la mayoría han accedido a dar a conocer. Al fin y al cabo, es información de interés para el cliente.
Las lecturas que vas a hacer en las pantallas de tu coche, efectivamente, corresponden siempre a la capacidad utilizable, nunca la total. Aunque marque un 100% de carga, en realidad hay celdas que se quedan sin carga. De igual manera, cuando indica un 0%, hay celdas que no se decargan en el paquete.