A través de un vídeo y explicado por el ingeniero de materiales de Tesla Mike Pilliod, el fabricante estadounidense ha dado a conocer las diferentes tecnologías que se encuentran detrás de los cristales de sus coches eléctricos, desarrolladas dentro del proyecto Tesla Glass. Seguridad y acústica son los dos objetivos clave de los cristales laminados en dos capas separadas por una intermedia que absorbe el ruido y que incorporan todos y cada uno de los vehículos de la marca.
Bajo la batuta de Mike Pilliod ingeniero de materiales de Tesla, reclutado por Elon Musk en 2016 mientras trabajaba en un puesto muy similar en Apple, se ha desarrollado el proyecto Tesla Glass, que hasta ahora había permanecido como otro de esos secretos inexpugnables de la marca. Cuando no se sabía nada de él, se especuló que podría estar gestándose una nueva generación de head-up-display con realidad aumentada, o un nuevo sistema táctil, dado el curriculum y la experiencia de su director en este campo.
Finalmente, y a través de un vídeo, el fabricante ha revelado los secretos que ocultaba tras este proyecto que se ha desarrollado desde su sede en Hawthorne, California. Es el propio Mike Pilliod el que se pone delante de la cámara para explicar el trabajo que Tesla ha realizado a través de múltiples prototipos para mejorar en todos los sentidos los vidrios que se utilizan en cada coche eléctrico que sale de sus líneas de producción. Este vidrio no se emplea únicamente en sus coches, también está presente en sus tejados solares, conocidos como "Solarglass".
Varias tecnologías, dos objetivos
Seguridad y aislamiento son las dos claves que ha buscado desde 2016 el proyecto Glass. "Una de las mejores cosas que hemos logrado es incorporar vidrio laminado acústicamente en cada vehículo de marca", explica el ingeniero. El confort y la tranquilidad no son los únicos objetivos del vidrio desarrollado por Tesla. La seguridad también ha sido crucial en su desarrollo y en los modelos de Tesla los cristales forman parte fundamental de esta área. La tecnología consta de dos capas de vidrio a las que se les encomienda la seguridad separadas por una capa de película que se encarga absorber el ruido.
Para comprobar cómo responden ante un accidente, Pilliod afirma que Tesla hace pruebas de pandeo, aplastamiento o calentamiento. Así se evalúa como responderá cada cristal activamente en ese momento. Pero los cristales también forman parte de la seguridad pasiva. La absorción de los rayos solares que evitan que se eleve la temperatura en el interior del habitáculo, además de elevar el confort, también forman parte de la seguridad de un automóvil.
Sobre cada una de las ventanas se han añadido películas de plástico para filtrar los rayos UVA. La elección de sus colores reduce la radiación sin reducir demasiado el brillo y la visibilidad. "El techo absorbe el 99% de la radiación de los rayos ultravioleta en el automóvil", afirma el ingeniero.
Los parabrisas de Tesla también albergan tres cámaras que son necesarias para llevar información al Autopilot. Precisamente el cristal de este parabrisas funciona también como una lente para estas cámaras. Para ello el cristal se somete a diferentes pruebas de distorsión óptica, que garantiza una interpretación correcta de los que las cámaras detectan a través de él.