Este año Shell planea construir 50 estaciones de carga rápida en Alemania, con un total de 100 puntos de recarga y una capacidad de al menos 150 kW. Para esta iniciativa, el gigante petrolero se ha asociado con la empresa energética alemana EnBW, que aportará su experiencia en la operación de estaciones de recarga para vehículos eléctricos.
Las estaciones de carga de alta potencia contarán con conectores CCS, CHAdeMO y conexión de CA (tipo 2), que proporcionarán hasta 150 kW cuando dos coches se carguen simultáneamente y hasta 300 kW para un solo vehículo. Esto permitirá a dos coches obtener, al mismo tiempo, 100 km de autonomía de seis a ocho minutos de carga. Mientras que un solo vehículo podrá recibir la misma autonomía en tres o cuatro minutos de carga. Según los medios alemanes, se construirán instalaciones de carga en las ciudades de Colonia, Oberhausen y Múnich.
"Sin duda, la movilidad eléctrica será cada vez más importante en el sector del automóvil", dijo Jan Toschka, director de estaciones de servicio de Shell en Alemania, Austria y Suiza. En un comunicado oficial, el directivo aseguró que las 50 estaciones son solo el comienzo, sugiriendo que levantarán más puntos de recarga en el futuro. También mencionó la tecnología de pila de combustible y el Gas Natural Licuado (GNL) como opciones que interesan a Shell.
Shell aprovechará la experiencia de EnBW en el sector energético y en la operación de estaciones de recarga eléctrica. "Tenemos una visión holística del tema de la electromovilidad y aportaremos una amplia experiencia en el área de expansión y operación de infraestructura de carga", confirmó Marc Burgstahler, responsable de la electromovilidad en EnBW.
En los últimos años, Shell ha realizado una serie de inversiones que revelan sus planes de establecer un ecosistema completo en el sector de la movilidad eléctrica, incluyendo la construcción de estaciones de recarga en Holanda, Reino Unido y China. En febrero, adquirió al fabricante alemán de baterías Sonnen y al proveedor de infraestructura de carga Greenlots. Unos meses antes, en octubre de 2018, había comprado la empresa NewMotion, uno de los principales operadores de puntos de recarga para coches eléctricos en Europa. Además, Shell se unió a la red de carga rápida Ionity, a la iniciativa CCS CharIN y es un nuevo inversor en la empresa estadounidense Ample, que se especializa en el intercambio de baterías.
Todo forma parte de su unidad de negocios "Nuevas energías", fundada en 2016, que recibirá una inversión promedio de 1.000 a 2.000 millones de dólares (900 a 1.800 millones de euros) al año a partir de 2020. Sus prioridades son desarrollar nuevos combustibles para el transporte (como los biocombustibles y el hidrógeno) y avanzar en la generación de energía desde la compra y venta hasta el suministro directo a los clientes.