A medida que se acerca el 2025 y, con él, la entrada en vigor de las sanciones de la UE para aquellos fabricantes presentes en el mercado comunitario y cuya gama de automóviles no cumpla con el límite establecido por Europa de unas emisiones de CO2 de 93,6 gramos por kilómetro.
Recordemos que aquellos fabricantes que no cumplan con esta limitación tendrán que abonar una multa de 95 euros por cada gramo de CO2 que supere dicho límite, una cantidad que deberá ser multiplicada por el número de coches vendidos.
Eso supondría unas sanciones millonarias para determinados fabricantes -entre ellos el Grupo VW, BMW o Mercedes, que no podrán cumplir con este límite- y ha llevado a los distintos actores políticos europeos a solicitar la anulación de dichas sanciones.
Siete países se suman a Alemania y a los fabricantes para pedir la derogación de las sanciones por emisiones
El primero fue, hace unos días, el Gobierno de Alemania, consciente de que gran parte de sus fabricantes no podrían cumplir con este límite.
Le siguió ACEA, la patronal de fabricantes europeos, quien se quejaba de que eran las marcas quienes tenían que hacer frente a un panorama difícil para la venta de coches eléctricos, con factores “que escapan a su control”, como la escasa red de recarga para estos vehículos.
Y, ahora, son hasta siete países -Italia, Polonia, Bulgaria, República Checa, Rumanía y Eslovaquia- quienes están pidiendo, en una propuesta elevada a la UE, que Europa no imponga las citadas sanciones a aquellos fabricantes que no cumplan los límites de emisiones de CO2 en vigor el año que viene.
Dichos países, según cita Autonews, estiman que el Ejecutivo comunitario debería actuar de esta forma con el objetivo de “preservar la competitividad de la industria del automóvil de la UE en un momento en que esta necesita invertir en innovación” para cumplir con dichos límites de emisiones y la transición hacia los coches eléctricos.
Según cita la propuesta enviada por estos siete Estados miembros de la UE, “la industria se encuentra ahora en una coyuntura crítica, enfrentando retos importantes relacionados con la producción, el empleo y la competencia global, que requieren una acción urgente y coordinada a nivel de la UE”.
Los objetivos de 2025 se arriesgan a imponer importantísimas multas a los fabricantes -algunas estimaciones hablan de hasta 14.200 millones de euros en total- y, según establece la propuesta de estos siete países, "estas sanciones limitarían gravemente la capacidad de la industria para reinvertir en innovación y desarrollo, perjudicando así a Europa en el escenario global".
La industria del automóvil, “un orgullo europeo”
Esta propuesta, junto a la postura de Alemania y de la patronal de los fabricantes europeos ACEA podría hacer cambiar la postura de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante su segundo mandato, que durará hasta 2029.
No en vano y como citan desde Autonews, Von der Leyen ya señaló ante los miembros del Parlamento Europeo a comienzos de noviembre que la industria automovilística es "un orgullo europeo", a la vez que se comprometió a garantizar que el futuro del sector de la automoción en el Viejo Continente.