SK Innovation se está planteando aumentar la inversión en su fábrica de baterías en Atlanta (EEUU) después de que Tesla anunciase ayer que había empezado las obras para construir en el gigante asiático su Gigafactoría 3. La firma californiana inauguró ayer su nueva planta en la ciudad de Shanghái en una ceremonia que contó con la presencia del CEO de la compañía, Elon Musk. La reacción de SK, uno de sus mayores competidores en el mercado de las baterías, podría inyectar otros 5.000 millones de dólares (unos 4.300 millones de euros) en la factoría de la empresa surcoreana, según anunció el pasado viernes el CEO Jun Kim.
Tesla Gigafactory 3 groundbreaking in Shanghai.
— Tesla (@Tesla) 7 de enero de 2019
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SK ya anunció el pasado diciembre que invertiría 1.670 millones de dólares –alrededor de 1.450 millones de euros– en construir una fábrica de baterías para vehículos eléctricos en Atlanta (EEUU). Cuando se formalice, será la mayor inversión realizada en suelo estadounidense en el desarrollo de celdas para baterías y el objetivo de la compañía es dar un golpe en el tablero de Tesla, cuya Gigafactoría 1, ubicada en Nevada y construida junto a Panasonic, sigue siendo el mayor proyecto de este tipo llevado a cabo en el país.
La compañía surcoreana planea aumentar la capacidad anual de la planta en aproximadamente 10 GWh, que sería suficiente para competir directamente con la Gigafactoría 1. Además, SK anunció que Mercedes-Benz y Hyundai-Kia podrían necesitar baterías en EEUU, por lo que una de las prioridades de la compañía es invertir en la producción local de unidades de carga. Otra de las posibles alternativas para el proveedor surcoreano es Daimler, que planea una inversión de 20.000 millones de dólares (unos 17.400 millones de euros) en comprar baterías.
Europa y sobre todo Asia concentran la mayor parte de la fabricación global de baterías para vehículos eléctricos. SK actúa como proveedor de algunos de los principales fabricantes, y ya en 2018 anunció su intención de duplicar su capacidad anual de 4 GWh. Por tanto, el aumento de la inversión en EEUU no sería descabellada para que la firma surcoreana reafirmase su presencia en América, teniendo las espaldas cubiertas tanto en Asia como en Europa, donde planea la fabricación de nuevas baterías en Hungría.