Fue en el CES de 2020 cuando la compañía tecnológica presentó su berlina eléctrica al público, el Sony Vision-S. Lo hacía sorprendiendo a propios y extraños ya que el producto más esperado de Sony por aquel entonces no era un coche eléctrico, sino la quinta generación de su afamada videoconsola, la PlayStation 5. Tan sólo días más tarde dejó, por primera vez, ver su berlina rodar en su país natal en sus primeras pruebas en carretera, y no ha sido hasta sus pruebas por Austria cuando lo hemos podido volver a ver.
El Sony Vision-S fue presentado como coche eléctrico conceptual hace ya más de un año. Desde entonces muchos son los que esperaban con deseo que el que es el primer coqueteo de Sony con la industria de la automoción se materializara con este coche eléctrico entrando en producción. Pero ahora, y tal y como apuntan desde la propia empresa tecnológica japonesa, el Vision-S no se convertirá en un coche eléctrico de venta al público.
Fue precisamente su aparición dinámica por las carreteras de Austria lo que propició que muchas voces pusieran en una potencial producción al Sony Vision-S, y la lógica así lo imperaba, pero tal y como ha confirmado un portavoz de la empresa japonesa en una entrevista al medio Car and Driver, Sony "no tiene planes de producir o vender el vehículo en masa".
¿Qué motivos hay tras esta decisión de Sony de no llevar el Vision-S a producción?
Todo parece indicar que los próximos compases de la industria de la automoción estarán marcados por la entrada en juego de grandes compañías tecnológicas en calidad de fabricantes, como Apple, Baidu, Goole, Microsoft o la propia Sony, poniendo así a los fabricantes tradicionales contra las cuerdas al ofrecer productos con un enfoque eminentemente tecnológico. Exactamente tal y como parecía adelantar el Vision-S de Sony, que prometía una intensa rivalidad con el Tesla Model S. Hechos que plantean para las compañías tecnológicas lo que parece ser un paso natural hacia la movilidad eléctrica.
E Vision-S tan sólo es una manera gráfica de Sony de entrar en el mundo de la automoción en calidad de proveedor de tecnología.
Pero mientras que Apple sigue adelante con su Proyecto Titán y Microsoft ha unido fuerzas con General Motors para desarrollar en conjunto su tecnología de conducción autónoma, Sony confirma que no se adentrará en la industria del automóvil como un fabricante, sino como un proveedor de tecnología. Comentaba el portavoz de la compañía tecnológica al medio anglosajón: "En la actualidad no tenemos planes de producir o vender en masa el coche. Está previsto que la movilidad se convierta en una megatendencia en el futuro, y estamos explorando cómo Sony puede contribuir de manera significativa a la era de la conducción autónoma."
Y es que a pesar de Sony sea una compañía no precisamente falta de recursos, llevar un coche a producción sin tener experiencia previa en el sector no se antoja tarea fácil. La misma Apple tendrá que recurrir a un socio para poder fabricar su coche eléctrico, y parece haber encontrado en Hyundai Motors (de la mano de KIA) su socio ejecutor.
Se cierra así un prometedor capítulo dejando tras de sí una decepción generalizada tanto entre el público seguidor de la compañía japonesa como en el sector de la movilidad eléctrica.