¿Ha hecho daño a la industria europea la llegada de compañías chinas? La respuesta rápida y evidente podría ser un rotundo ‘sí’, aunque en otros términos podría no haber repercutido tanto a ciertas compañías. No obstante, este podría ser un grano más de arena a una de por sí difícil situación para muchas compañías históricas. Tal es el caso de Volkswagen o CUPRA (aunque esta es de más reciente creación), pues en unos días se verán obligados a suspender durante unas semanas la producción de dos de sus coches eléctricos: el ID.3 y el Born.
Ambos vehículos cero emisiones tienen en común muchas cosas, entre las que está su propio lugar de producción: la planta alemana de Zwickau. Según apuntan diversos medios alemanes, y también recogen desde Automotive News Europe, estos modelos no están pasando por su mejor momento. Algo que tendrá una consecuencia inesperada para muchos: la suspensión de su fabricación.
Concretamente, ambos vehículos eléctricos detendrán su producción debido “a la situación actual del mercado”, pero también a las vacaciones de otoño que se celebran en la región de Sajonia, del 2 al 13 de octubre. De forma explícita, la ya mencionada planta de Zwickau reducirá "significativamente" su producción, según ha podido informar un portavoz de la compañía. No obstante, desde Dresde, la otra fábrica donde se produce el Volkswagen ID.3, se detendrá su labor por completo desde el próximo día 2 al 16 de octubre.
Por otro lado, son muchos los detalles que aún quedan por desvelar sobre las repecusiones esta decisión, como las repercusiones que recaerán sobre los actuales trabajadores de ambos centros. Asimismo, a principios de este mismo mes de septiembre, desde Volkswagen confirmaron que no ampliarían los contratos de duración determinada a los 269 empleados que trabajan en Zwickau.
Pero, ¿a qué se debe esta falta de demanda? Aunque desde ambas compañías o desde su firma matriz (Grupo Volkswagen) no hayan hecho mención alguna, todos los indicios apuntan a que la presencia de marcas como MG han podido hacer daño a los fabricantes históricos debido a su posicionamiento como fabricante asequible. La continua bajada de precios en marcas como Tesla tampoco han ayudado a remediar esto.
Sirva como referencia, el recién renovado Volkswagen ID.3 cuenta con un precio de partida en Alemania que se equipara al del Tesla Model 3, un vehículo que se posiciona un escalón por encima en cuanto a segmento y especificaciones.
Entonces, ¿qué debería hacer el Grupo Volkswagen para remediar esto? Todo apunta a que el hecho de tener un precio notablemente mayor hace que las miradas de sus clientes potenciales se dirijan hacia otras casas automovilísticas, por lo que reducir el precio de sus coches eléctricos sería un buen punto de partida. Marcas como Renault ya anunciaron que llevarán a cabo un movimiento de rebaja de tarifas próximamente.