La startup Nuro, con sede en Silicon Valley, ha presentado un nuevo vehículo eléctrico y autónomo creado para transportar paquetes, y no personas. Por tanto, el vehículo de diseño minimalista no tiene puertas ni ventanas, y exhibe una estructura en forma de arco que sobresale en el techo que sirve como soporte para las cámaras, sensores y radares que hacen posible su tecnología de conducción autónoma.
Mientras la mayoría de los fabricantes de automóviles y docenas de compañías tecnológicas compiten para reemplazar a los conductores de automóviles de Uber y los taxis convencionales con vehículos sin conductor, Nuro piensa en las compañías como Amazon, United Parcel Service (UPS) y cualquier minorista que busque construir su negocio de comercio electrónico. "Nos dimos cuenta de que podíamos entregar cualquier cosa, en cualquier momento y en cualquier lugar", dijo el cofundador de Nuro, Dave Ferguson, a Automotive News.
El vehículo de entregas de Nuro pesa alrededor de 680 kilogramos, con la mayor parte de esa masa en un paquete de baterías que alimenta su motor eléctrico. Tiene aproximadamente la misma longitud y altura que un vehículo utilitario convencional, pero solo mide poco más de 1 metro de ancho. En la parte frontal tiene un parabrisas de vidrio, principalmente para no confundir a los otros conductores.
Por supuesto, Nuro no es la primera compañía en pensar en la entrega de paquetes a través del transporte autónomo. Toyota presentó en el CES 2018 el vehículo eléctrico y autónomo e-Palette, creado en asociación con Pizza Hut, Amazon y Uber; Ford comenzó a probar la entrega de pizzas sin humanos con Domino's el año pasado; Renault-Nissan planea presentar una furgoneta de reparto sin conductor en septiembre; y Udelv, una startup autodidacta, está probando un vehículo autónomo de entregas en California este mes.
Una startup conformada por expertos
Jiajun Zhu, otro de los fundadores de Nuro, fue uno de los primeros ingenieros que trabajó en Waymo, la unidad autónoma lanzada por Google (ahora Alphabet). La firma ha reunido 92 millones de dólares (74 millones de euros) en inversiones por parte de las compañías Banyan Capital y Greylock Partners. El activo más importante de la startup, sin embargo, puede ser su personal. Ha atraído a docenas de trabajadores de Apple, Google, Tesla y Uber, y les ha dado una misión relativamente sencilla: la prioridad es la entrega de paquetes, no el traslado de pasajeros.
El vehículo de Nuro es delgado y lento y, por tanto, relativamente seguro. Puede evitar a un niño descuidado, por ejemplo, sin salir de su carril. "Si alguien está dentro del vehículo, eso es molesto (la lentitud). Si nadie está dentro del vehículo, es algo muy positivo", acota Ferguson. Nuro espera lanzar sus vehículos sin conductor en las carreteras de Estados Unidos en algún momento de este año, realizando algún tipo de "servicio útil". Ferguson reconoce que es un objetivo ambicioso, pero intentarán lograrlo.