Stellantis, el gigante automovilístico creado en enero de este año a partir de la fusión de Fiat Chrysler Automobiles y PSA Group dispondrá de cuatro plataformas altamente modulares que le permitirán compartir tecnologías entre ellas y servir de base para los coches eléctricos de todas sus marcas. Bajo los apellidos Small, Medium, Large y Frame, las plataformas STLA se desarrollarán con una estrategia clara, dirigida a aumentar las economías de escala y generar márgenes de beneficios que alcancen el 10% en 2026. La inversión que Stellantis dedicará a este propósito es de 30.000 millones de euros lo que le permitirá electrificar su línea de vehículos para 2025.
Las autonomía que se podrán obtener con los coches eléctricos respaldados por estas cuatro plataformas irán desde los 500 a los 800 kilómetros y dispondrán de un sistema de recarga rápida que les permitirá recuperar 32 kilómetros por cada minuto que permanezcan conectados a un punto de recarga en corriente continua. Según explica el director de ingeniería de Stellantis, Harald Wester, "estas plataformas desbloquearán nuevas facetas de nuestras marcas, llevando su eficiencia y desempeño al siguiente nivel".
Objetivos de Stellantis para esta década.
Las cuatro plataformas STLA
Para los modelos más pequeños, Stellantis utilizará la segunda generación de la plataforma eCMP, que en esta variante permite un tren motriz totalmente eléctrico. En 2026, esta plataforma será sustituida por una nueva, llamada STLA Small, que será capaz de albergar modelos con autonomías superiores a los 500 kilómetros.
Los modelos compactos, que actualmente emplean la plataforma EMP2, que permite la tecnología híbrida enchufable pero no la totalmente eléctrica, tendrán disponible a partir de 2023 una nueva arquitectura. La plataforma STLA Medium, anteriormente llamada eVMP, será capaz de ofrecer autonomías que podrán llegar a alcanzar más de 700 kilómetros. La próxima generación del Peugeot 3008, que contará con una variante eléctrica, será la que estrene esta arquitectura. Será un SUV eléctrico compacto llamado a competir en un segmento que será muy importante en la cuenta de resultados de los fabricantes.
A mediados de 2023 llegará la plataforma STLA Large, que se utilizará para automóviles con longitudes entre los 4.700 y los 5.400 milímetros, y anchos que van de 1.900 a 2.300 milímetros. Durante la presentación, el director de diseño de Stellantis, Ralph Gilles quiso resaltar la flexibilidad de esta plataforma, con la batería montada en la parte baja del habitáculo, entre ambos ejes y los módulos de accionamiento eléctrico en los extremos, lo que permite una gran libertad para la creación de diferentes proyectos. Las autonomías que se podrán alcanzar con ellos pueden llegar hasta los 800 kilómetros, según explicó Wester. Si bien es probable que estos modelos estén destinados al mercado estadounidense, pero las marcas europeas se podrán beneficiar de su tecnología.
STLA Large, la plataforma para los coches eléctricos de mayor tamaño de Stellantis.
Para los SUV de mayor tamaño, las pick-up y los vehículos industriales eléctricos, Stellantis también desarrollará una arquitectura para sus especiales condiciones de peso. STLA Frame será una realidad a partir de 2024, con alcances superiores a los 500 kilómetros. Esta plataforma estará presente en modelos como la Ram 1.500 y los SUV más grandes, ya sea con propulsión totalmente eléctrica o con lo que Stellantis ha bautizado como "Range Electric Paradigm Breaker drivetrain", o REPB.
"Range Electric Paradigm Breaker drivetrain", o REPB, para los SUV, pick-up y vehículos industriales de mayor tamaño y peso.
Esta solución ofrecerá los beneficios de un vehículo eléctrico eliminando la ansiedad por la autonomía, según afirmó Patrice Lucas, responsable de ingeniería de proyectos de Stellantis. Aunque no hay detalles técnicos sobre su configuración todo apunta a que se trata de un sistema eléctrico de autonomía extendida, es decir, los propulsores eléctricos se alimentarán de una batería que a su vez, además de recargarse en la red, también se recarga gracias a un motor de combustión extensor de rango que funciona como generador eléctrico.
Plataformas modulares y componentes compartidos
Cada una de las plataformas generará cada año dos millones de unidades. Ante un volumen de vehículos tan grande, la rentabilidad dependerá de la capacidad de las plataformas para compartir sus componentes. Los vehículos compartirán tres módulos de accionamiento (EDM) diferentes cuya potencia variará entre los 70 y los 330 kW (94 CV-442 CV). Se construirán en arquitecturas transversales y longitudinales de modo que podrán empaquetarse con cualquiera de los tipos de plataforma.
Módulos de accionamiento EDM escalables de Stellantis que incluyen el motor eléctricos, la transmisión y el inversor..
Cada EDM incluye el motor y la transmisión que se pueden configurar para que genere tracción delantera, trasera o total o para convertirse en un sistema híbrido enchufable 4xe. También incluye el inversor, un solo diseño escalable con tres versiones diferentes en función de su tecnología (silicio o carburo de silicio).
Stellantis tiene previsto emplear dos químicas de batería diferentes, según la densidad de energía requerida por cada modelo y los costes máximos. A partir de 2024, las celdas a base de níquel proporcionarán 700 Wh/l y se empaquetarán en módulos, mientras que las celdas sin níquel ni cobalto proporcionarán entre 400 y 500 Wh/l. En este caso el empaquetamiento prescindirá de los módulos; las celdas formarán parte directamente del paquete de baterías. A partir de 2026, Stellantis espera mejorar en un 15% la densidad energética ya que cuenta con la viabilidad técnica futura de las celdas de electrolito sólido, que podrán fabricarse utilizando los mismos "activos industriales".
Tecnología de las baterías de los próximos coches eléctricos de Stellantis.
Transición sin precedentes
Carlos Tavares, director general de Stellantis afirmó durante la presentación que el futuro eléctrico de la industria automovilística requería un cambio radical en el Grupo. "Esta es una transición sin precedentes para la industria con una ventana de tiempo muy corta y una magnitud de cambio significativa". Desarrollar cuatro plataformas en paralelo, todas ellas enfocadas a sistemas de propulsión totalmente eléctricos supone "una cantidad ingente de trabajo", añadió.
Se trata de desarrollar, además de las plataformas, todos los componentes, desde los motores a las transmisiones hasta los sistemas electrónicos. Además también exige la construcción de nuevas plantas para fabricar las celdas de las baterías que tendrán que alimentar a todos estos coches eléctricos. "Es justo decir que existe un riesgo en la ejecución", reconoció Tavares.