Los e-fuels están siendo uno de los temas más comentados en el día a día. ¿Son una posible salvación de los motores térmicos por su rebaja de emisiones o un elemento que no tendrá futuro debido a la proliferación de los coches eléctricos? Desde ciertas compañías automovilísticas de alto prestigio no cierran las puertas y ya analizan las diferentes posibilidades de estos combustibles sintéticos y su capacidad para rebajar emisiones en la región europea.
Históricamente, Carlos Tavares, CEO de Stellantis, ha criticado sin tapujos a los coches eléctricos (y a la tecnología en general), sobre la cual China tiene un gran peso. De hecho, hace meses que el directivo está pidiendo a la Unión Europea una serie de medidas más proteccionistas para los fabricantes europeos. Desde NIO saben que ese momento llegará e insta a las compañías automovilísticas orientales a estar preparadas.
No obstante, Tavares es muy crítico con la adopción de la electrificación plena por diferentes motivos, como el encarecimiento del parque automovilístico y la dificultad de muchas personas para poder acceder a un vehículo propio. Esto, según el mismo responsable, puede subsanarse con una mayor apuesta por el motor térmico, y, para ello, Stellantis ya se encuentra desarrollando motores aptos para combustibles sintéticos.
Este anuncio es oficial: Stellantis ya se encuentra probando el uso de e-fuels en un total de 28 tipos de motores de combustión interna. Según Tavares, “es un paso que podría ayudar a descarbonizar la flota automovilística europea y, al mismo tiempo, ser una opción fácil y asequible para los clientes que ya usen vehículos con motor de combustión interna”.
Europa abrió la puerta hace escasas semanas a la incorporación de los combustibles sintéticos en la región más allá del año 2035. Dicha exención fue defendida, en primer lugar, por Alemania, quien declaró que supondría la preservación de la libertad tecnológica y, al mismo tiempo, una rebaja en las propias emisiones de CO2. Sin embargo, otros mandatarios apuntaron a que esta alternativa no tenía sentido, debido a la baja disponibilidad de dicho elemento y al precio que podría presentar en el mercado. Su uso estaría reservado a los más pudientes y para momentos concretos.
En un comunicado de Stellantis, el conglomerado admite que está probándolo todo, desde las emisiones de escape hasta la potencia del motor y la dilución de aceite en vehículos de fabricación entre el año 2014 y el 2029. El desarrollo y las soluciones que se están testando podrían aplicarse hasta en 28 millones de vehículos de Stellantis, con una reducción potencial de las emisiones de CO2 en Europa de 400 millones de toneladas entre el año 2025 y el 2050.
Sin embargo, esto no cambia el plan de electrificación presentado por la compañía, ya que el propio Tavares aseguró su compromiso con que todas sus ventas de automóviles nuevos en Europa sean totalmente eléctricos para 2030. Aunque, el desarrollo de motores movidos por e-fuels abre la puerta a la democratización de este combustible y para la “salvación” de muchos coches con motores térmicos a gasolina o diésel y que estos puedan evolucionar para usar los sintéticos. “La industria tendrá que demostrar que esto es neutral en carbono”, afirmó el máximo directivo.