JB Straubel, uno de los cofundadores de Tesla junto a Elon Musk, cree que los fabricantes tradicionales que ahora anuncian su próxima conversión a fabricantes de coches 100 % eléctricos no están evaluando bien las implicaciones que tiene este cambio. Para el ex dirigente de Tesla, los grandes anuncios de la mayoría de los constructores que hasta ahora solo han desarrollado modelos de combustión no son realistas, puesto que no han tenido en cuenta las implicaciones que tiene este cambio a nivel global en la cadena de suministro.
Tesla nacía en 2003 de la mano de Elon Musk, Martin Eberhard, Mark Tarpenning y JB Straubel. Este último cumplió las funciones de director técnico de la compañía durante 15 años. Durante ese tiempo, dirigió el diseño de las celdas de batería, la cadena de suministro y el proceso de producción del Model 3, el primer automóvil eléctrico de Tesla dirigido al mercado masivo. Finalmente, en 2019 decidió echarse a un lado y pasar a ser un asesor de la marca. En 2017 fundó Redwood Materials, empresa de la que ahora es CEO, con la que se ha marcado el objetivo de convertirse en la principal empresa de reciclaje de baterías del mundo y en una de las mayores empresas suministradoras de materiales.
En una entrevista en el programa de Youtube "This Week in Startups" de Jason Calacanis, conocido como inversor en nuevas empresas, JB Straubel dedicó un tiempo a reflexionar sobre lo que supone que la industria del automóvil haya decidido en masa dar el salto a la electrificación. En su opinión, muchos de los fabricantes tradicionales que han declarado su completa dedicación a los vehículos eléctricos no han evaluado las muchas implicaciones de ese cambio. Básicamente, cree que las declaraciones de los fabricantes de automóviles en este sentido podrían no ser necesariamente realistas.
JB Straubel cofundador de Tesla y CEO de Redwood Materials.
Los grandes anuncios de los OEM más poderosos de la industria, la puesta en marcha de grandes fábricas y las políticas dirigidas a un cambio tecnológico para reducir las emisiones establecen un escenario en el que bien en esta década, o la que viene, todos los vehículos debería ser eléctricos. "Creo que no han hecho los cálculos completamente". Straubel, experto en la cadena de suministro de materiales y en su reciclaje para su posterior reutilización, sospecha que no han tenido en cuenta lo que este cambio implica en la cadena de suministro. "Es necesario rastrear la materia prima hasta el final, literalmente hasta las minas. Si no haces eso no has resuelto el problema por completo"
Straubel compara la situación que se da en algunas compañías aéreas cuando venden sus vuelos sabiendo que existirá el overbooking. Sin proporcionar ningún nombre ni aludir directamente a ninguno de los fabricantes, estos serían los pasajeros de un avión en el que no hay plazas para todos. "Todos vamos a ir a ese nuevo lugar. Se ve genial y dulce. Subamos todos al avión al mismo tiempo". Sin embargo, nadie se ha parado a pensar cómo se van a construir esos aviones para llegar hasta allí y como se van a gestionar tantos vuelos para que aterricen a la vez en el mismo aeropuerto.
Al principio de la entrevista, Straubel reconoce que estaba bastante sorprendido de que en 2012, después de que Tesla demostrara con el Model S lo que se podía hacer un gran vehículo eléctrico, no hubiera un cambio radical de los fabricantes tradicionales en este sentido. "Todavía me sorprende el escepticismo que había". Ya en manos de los clientes, cuando estos vieran lo que aportaba un vehículo eléctrico, "imaginé que la gente diría: este es el futuro, esto va a funcionar"
Straubel estaba convencido de que, de inmediato, todos copiarían lo que Tesla había hecho, y que además "tendrían que ir muy rápido para descubrir cómo hacerse un hueco". Pero simplemente no sucedió. A los clientes les encantó, fue un gran éxito entre los críticos, las revistas y los clientes, "pero el cambio en el mercado no sucedió".
Este es el vídeo de This Week in Startups", de Jason Calacanis con la entrevista completa