El fabricante chino Byton ha revelado en el IAA de Frankfurt la versión de producción del primero de sus modelos, el M-Byte, un SUV eléctrico que llegará al mercado para competir en el nivel de los vehículos premium de los fabricantes alemanes. Su precio de venta superará los 45.000 euros y la intención de la empresa es realizar las primeras entregas a sus clientes en China a mediados de 2020. Tanto en Europa como en Estados Unidos, Byton espera poder lanzarlo en 2021.
Byton es considerada como una startup aunque detrás cuenta con una importante estructura empresarial que en este caso encabeza el antiguo jefe de la submarca de coches eléctricos BMW i, Carsten Breitfeld. El año pasado, con los primeros prototipos, inicio las pruebas en carreteras abiertas en China y Estados Unidos.
La plataforma sobre la que se fabrica el M-Byte lleva siendo desarrollada por Byton desde hace más de dos años y medio. Es capaz de albergar coches completamente distintos sin necesidad de adaptar demasiados elementos, lo que abarata notablemente los costes de producción, permitiendo ensamblar sobre ella vehículos tan variopintos como M-Byte o el sedán K-Byte.
Lo primero, la clave de su éxito: el precio
Según los representantes comerciales de Byton en Frankfurt, el M-Byte no se venderá en Europa por debajo de los 45.000 euros (sin IVA), lo que lo aleja significativamente del precio anunciado el año pasado, 37.500 euros para la versión de entrada a la gama lo que lo convertiría en el SUV 100% eléctrico más asequible del mercado.
Según el comunicado de prensa del fabricante, ya cuenta con 50.000 interesados por este vehículo en todo el mundo, de los que una gran proporción son europeos. Sin embargo, este "interés" deberá hacerse realidad cuando se activen el año que viene los pedidos anticipados que requieren un depósito previo para su formalización. Esto quiere decir que los plazos de lanzamiento previstos para China, a finales de 2019 y para el resto de los mercados, para mitad de 2020, se pospondrán prácticamente medio año: mediados de 2020 para China y 2021 para el resto.
El M-Byte se situará en un escalón de precio inferior a rivales de su tamaño como el Mercedes EQC o el Audi e-tron, y lo acerca a vehículos más pequeños como el Kia Niro EV o el Hyundai Kona Electric,
Especificaciones
La versión básica del M-Byte contará con una potencia total de 200 kW (268 CV) que, alimentado por una batería de 72 kWh, será capaz de recorrer hasta 360 kilómetros según el ciclo de homologación WLTP. En la segunda variante, que incluye tracción total, la potencia se eleva hasta los 300 kW (402 CV) y la batería hasta los 95 kWh. En este caso la autonomía también es superior, alcanzando los 435 kilómetros (WLTP).
Para la recarga rápida en corriente continua de la batería, Byton tendrá en cuenta los diferentes mercados en los que opera, de forma que las primeras unidades, que se venderán en China, contarán con el estándar GB/T chino, mientras que cuando llegue a Europa y Estados Unidos incorporará el estándar CCS. En cuanto a la potencia, en ambos protocolos, Byton promete 150 kW en corriente continua, entre 3,7 y 7,3 kW en corriente alterna monofásica y entre 11 y 22 kW en corriente alterna trifásica.
La pantalla y la conectividad
El lema de la marca, "priorizar el poder de los datos sobre los caballos de fuerza", se hace realidad en la experiencia digital que ofrece el M-Byte. La inteligencia de este coche le permitirá convertirse en un vehículo conectado pensado para la movilidad compartida y la conducción autónoma.
Esto es particularmente evidente en el interior en el que se mantiene la espectacular pantalla de 48 pulgadas que ya montaban los prototipos, que ocupa todo el frente del salpicadero, de pilar a pilar. En ella puede mostrar diferentes contenidos en paralelo en el llamado modo de pantalla dividida. Esto se complementa con dos pantallas más, para el conductor y para el pasajero de 7 y 8 pulgadas respectivamente.
Diseño exterior
El diseño del M-Byton responde a los gustos actuales de los compradores que, además, es compatible con los elementos mecánicos de un coche eléctrico. El formato SUV y la caída del techo en la parte trasera, que le dan un aspecto de cupé, son la clave de las líneas del coche. En el frontal se encuentra una parrilla cerrada y enmarcada por los faros con tecnología led situados también según las tendencias actuales: la luz diurna arriba y los proyectores abajo. Además tanto los faros delanteros como los pilotos traseros sirven como pantalla gracias a que son capaces de emitir diferentes mensajes. En la era de la conducción autónoma, esto está destinado a servir, entre otras cosas, para la comunicación con el mundo exterior. El resto de sus líneas responde a unos valores aerodinámicos correctos, con una silueta adelgazada en la parte alta.
Fabricación y calidad
Actualmente, Byton está probando alrededor de 100 prototipos del M-Byte a la vez que está finalizando la construcción de su primera instalación de producción propia en Nanjing (China). Allí, el fabricante dispone de 800.000 metros cuadrados de superficie y ha invertido 1.500 millones de dólares. A pleno rendimiento, en ella se fabricarán hasta 300.000 vehículos eléctricos al año, tras una primera fase de arranque. A principios de septiembre, se abrirá un centro de I+D que además de los procedimientos de prueba habituales, será capaz de probar características de conectividad innovadoras y tecnología informática avanzada.
Esta planta estará equipada con máquinas similares "a las que utilizan los fabricantes premium alemanes", ha declarado recientemente en una entrevista Daniel Kirchert, CEO de Byton.
Historia y financiación
Los principales inversores de Byton son el fabricante de automóviles estatal chino FAW y el fondo industrial del Ayuntamiento de Nanjing. En octubre de 2018, la compañía de automóviles eléctricos se hizo cargo de Tianjin Huali, una empresa subsidiaria de FAW que estaba a punto de quebrar, lo que le proporcionó una licencia para la producción en serie de vehículos en China. Medio año antes, FAW ya había invertido alrededor de 260 millones de dólares en Byton, para transformar su marca Hongqi a la movilidad eléctrica. Al mismo tiempo, las dos compañías acordaron una cooperación intensiva en la adquisición de piezas y en la investigación y desarrollo de vehículos autónomos.
Este año Byton ha sufrido varios cambios en su administración. Kirchert, dirige el día a día de la empresa mientras que el cofundador Carsten Breitfeld, presidente del consejo de administración, fue nombrado miembro del Consejo de Supervisión, pero abandonó este cargo en abril para incorporarse a Faraday Future.