El segmento de los C-SUV sigue siendo uno de los más demandados tanto en España como el resto de Europa, y de entre todos los modelos que destacan en este, los Kia Sportage y Hyundai Tucson son los que más éxito obtienen gracias, principalmente, a sus versiones híbridas. Con vistas a robar parte de las matriculaciones, un fabricante europeo se ha atrevido a desarrollar su propia fórmula híbrida y adaptarla a este segmento para rivalizar con los dos todocamino mencionados, además de con el recién llegado Toyota Corolla Cross.
Se trata del Renault Austral en su especificación E-Tech, un modelo que en Híbridos y Eléctricos ya hemos podido probar y del que podemos dar nuestras impresiones de primera mano.
Tomando al Kia Sportage como referencia, que actualmente es el más vendido del dueto asiático, el Austral tiene exactamente la misma dimensión exterior. Ambos miden 4,51 metros de largo, lo que les otorga una muy buena habitabilidad y maleteros de gran tamaño. No obstante, el europeo se queda atrás en este último aspecto. Ofrece 430 litros de capacidad, que es un buen dato, pero no tan brillante como el del Sportage, que llega a los 587.
Mecánicamente, aunque estamos ante dos modelos de tipo HEV, sus esquemas híbridos están configurados de manera muy distinta. El Sportage logra 230 CV gracias a un motor de 1,6 litros turboalimentado de 179 CV y un motor eléctrico colocado en la transmisión de 60 CV, que es de doble embrague y seis relaciones.
El Austral, por su parte, innova en este apartado con un doble motor eléctrico: el primero, de 34 CV, puede actuar a modo de motor de arranque y embrague (no hay un embrague como tal en su transmisión y tampoco sincronizadores), y el segundo, de 68 CV, se encarga únicamente de propulsar el conjunto, ayudando al motor de gasolina, que es un 1,5 turbo de tres cilindros y 131 CV. En total, logra 199 CV de potencia máxima.
El resultado de todo lo anterior es un 0 a 100 en 8 segundos por parte del Sportage y de 8,4 en el Austral, cifras muy pares que no serán determinantes a la hora de elegir uno u otro, dada la faceta familiar de ambos SUV. En cambio, un aspecto que sí será clave en la decisión de compra, y más aún tratándose de coches de enfoque eficiente, es el consumo.
El Austral homologa 4,6 litros a los 100, mientras que el Sportage se conforma con lograr 5,6 litros. Aquí la diferencia sí es mayor, de hecho el consumo homologado del Austral es más comparable a un Toyota Yaris Cross, que pertenece a un segmento inferior y logra 4,5 litros.
Bien sabemos, no obstante, que las cifras que se obtienen en conducción real distan de las homologadas, pero lo cierto es que el Austral demostró que es capaz de lograr consumos muy cercanos en circunstancias reales sin demasiado esfuerzo. En viajes por carretera a 120 kilómetros por hora rondará los 6 litros, mientras que en ciudad puede bajar de los 5 litros si no se abusa del pedal del acelerador. Lo consigue gracias, además de a un depurado funcionamiento del sistema híbrido, a una batería mayor en el caso del Austral. Son 2 kWh de capacidad los que anuncia el Renault, mientras que el Sportage se conforma con 1,49 kWh.
Complementando la faceta eficiente del Austral encontramos un puesto de conducción muy bien rematado, de los pocos capaces de acercarse a la calidad de fabricación y tecnológica percibida del Sportage en el mismo rango de precio.
La versión más accesible de ambos modelos tienen un precio de partida similar. El Austral híbrido en su especificación Evolution cuesta 36.569 euros según el configurador de Renault en España, mientras que el Sportage Drive alcanza los 37.550 euros.