En un futuro jamás iremos solos en el coche. Aunque vamos nosotros solos, el coche será capaz de comunicarse con el resto del mundo gracias a la tecnología Car2X (o Car-to-X). Un programa de intercomunicación entre el coche y otros coches o entre el coche y el resto de infraestructuras. Se espera que en unos años se convierta en un estándar obligatorio dentro de la industria, aunque por el momento solo un puñado de coches lo llevan, incluidos el Mercedes EQS y el nuevo Mercedes Clase S.
La mejor manera de evitar un accidente o una situación de peligro es previniéndola. Adelantarse a los acontecimientos permite que los conductores tengan más margen de maniobra. La seguridad vial es una preocupación de las marcas y las instituciones. Para el año 2050 se espera que no se produzcan víctimas mortales en accidentes de tráfico en la Unión Europea. Programa de desarrollo que se ha denominado Objetivo ZERO.
La comunicación Car2X se presupone esencial para ese ambicioso plan. Mediante una tarjeta SIM activa en el vehículo, este es capaz de registrar incidencias, problemas o accidentes mientras circulamos. Esos puntos conflictivos quedan registrados en la memoria del coche a la vez que los transmite a otros vehículos. Por supuesto, esa comunicación es bidireccional, es decir: es capaz de enviar información y recibirla.
La tecnología Car-to-X permite comunicarse con otros usuarios de la vía o dispositivos del entorno.
El Mercedes EQS es uno de los primeros coches en emplear esta avanzada tecnología, al igual que otros modelos de la casa como el Clase S o el Clase C, además de modelos de la competencia como el Volkswagen Golf. Sin embargo, Mercedes ha llevado un nivel más allá el programa, permitiendo que sus coches más modernos puedan registrar incidencias como baches o badenes.
Si la unidad de control del chasis registra tal evento y se activa el servicio Car2X, la información queda registrada y almacenada en la nube de Mercedes en tiempo real. Posteriormente el resto de vehículos recibirá la actualización, alertando a las unidades más cercanas al punto de incidencia de su proximidad a un bache o un badén, lanzando el correspondiente icono en el sistema de navegación. El sistema es tan preciso que es capaz de identificar no solo el punto exacto, si no también el carril en el que se encuentra.
Pero las novedades no acaban ahí. Otra función Car2X desarrollada por Mercedes se basa en el Crosswind Assist, el asistente de viento cruzado. Cuando un vehículo detecte importantes ráfagas de aire lateral las comunicará a la red y al resto de vehículos que circulen por la carretera. Si muchos coches anuncian semejante incidencia quedará reflejado en las infraestructuras que dispongan de la tecnología necesaria, alertando así al resto de vehículos que no cuenten con Car2X. Ni que decir tiene de las ventajas de seguridad que esto presenta para ciertos vehículos como camiones pesados o autobuses.
La tecnología Car-to-X permite recibir advertencias sobre el tráfico o el estado de la carretera.
Uno de los objetivos fundamentales de este tipo de desarrollos, así como del sistema de llamada de emergencia eCall, es el de reducir el tiempo de respuesta de los equipos de asistencia en caso de accidente. Ha quedado demostrado que una respuesta rápida y coordinada es capaz de reducir las víctimas mortales en accidentes de tráfico, donde cada segundo cuenta. El programa eCall ya es obligatorio en todos los coches nuevos de la Unión Europea, y pronto se espera que la tecnología Car2X también lo sea.