Tesla está en conversaciones con la compañía minera suiza Glencore para asegurarse el suministro de cobalto a largo plazo, según ha publicado Bloomberg, para poder garantizar el abastecimiento de baterías a la nueva Gigafactoría 3 de China.
Un matiz interesante en la información de Bloomberg es que Tesla estaría negociando el contrato con Glencore para que esta envíe el cobalto directamente a Shanghái, lo que ratifica que Tesla fabricará en la Gigafactoría china sus propias celdas. De esta manera, el fabricante estadounidense evitaría importar las baterías de LG Chem e intentará depender lo menos posible de fabricantes como CATL, que también sonó como posible candidato para fabricar las baterías del Model 3 chino.
El otro punto a tener en cuenta es que se habla de un contrato a largo plazo, por lo que las baterías de iones de litio sin cobalto no parecen ser una opción para Tesla a corto o medio plazo. Aun así, cabe decir que las baterías empleadas por Tesla requieren menos cobalto que otras en la industria, lo cual les ha supuesto también una clara ventaja competitiva por reducción de costes.
En cualquier caso, asegurarse la producción de baterías es de vital importancia en una factoría que pretende ensamblar 250.000 coches anualmente de aquí a tres años. La parte negativa de la historia es que, como ya sabemos, el cobalto es un mineral cuanto menos controvertido sobre el cual sobrevuela -con razón- una constante polémica.
La mayoría del cobalto proviene de minas del Congo, un país históricamente afectado por la corrupción y los conflictos de poder y en el que es frecuente la violación de los Derechos Humanos en algunas excavaciones mineras. A finales del año pasado, Apple, Alphabet (Google), Microsoft, Dell y la propia Tesla fueron acusadas de ser cómplices de explotación infantil en el país africano.
Precisamente Glencore, que es el mayor proveedor de cobalto del mundo, obtiene el cobalto en la provincia de Katanga, en la República Democrática del Congo. Algunas compañías tecnológicas y fabricantes de coches como Volvo ya han tomado medidas para rastrear el origen del cobalto que emplean, y asegurarse de que se extrae en condiciones de trabajo dignas. Otras, como BMW, directamente dejarán de comprar cobalto extraído en la República del Congo en favor de Australia o Marruecos.