La moderna fábrica de coches eléctricos que Tesla tiene cerca de Berlín permanecerá cerrada durante cuatro días, según ha anunciado la propia compañía, supuestamente por las protestas que habrá esta semana cerca de la fábrica.
En un email enviado este pasado lunes a sus empleados, al cual ha tenido acceso el diario Handelsblatt, Tesla comunicó a la plantilla que la producción se detendrá al acabar el turno de tarde de este miércoles y no se reanudará hasta el turno de noche del próximo domingo.
Los empleados que no están en líneas de producción deberán teletrabajar desde casa, pues "no es posible acceder a la fábrica sin las instrucciones explícitas y la aprobación de su [correspondiente] jefe", dice el correo electrónico. Esta restricción se aplicará también a todos los proveedores. Tampoco habrá autobuses ni trenes desde/hacia la fábrica de Tesla entre el jueves y el domingo.
La justificación para cerrar la fábrica es una recomendación de las autoridades como medida preventiva ante las protestas que hay convocadas en contra de la expansión de dicha planta. El próximo viernes habrá una manifestación frente a las puertas de la fábrica, supuestamente para impedir la tala de una zona forestal.
Tesla quiere ampliar la fábrica en varias etapas, con el objetivo de acabar duplicando su capacidad de producción actual. Sin embargo, se encuentra con la oposición recurrente de grupos activistas, además de la población local. En una reciente votación no vinculante, la mayoría de ciudadanos de Grünheide se pronunciaron en contra de dicha ampliación. No obstante, la aprobación o no de dicha la ampliación es una decisión que corresponde al Estado federado de Brandeburgo.
Este cierre puede esconder otro problema de fondo
Este será el tercer parón de la fábrica alemana en pocos meses. Recordemos que, en el primer trimestre del año, Tesla tuvo que parar la producción primero por un ataque incendiario contra la fábrica y, después, por problemas en la cadena de suministro debido a los conflictos en el Mar Rojo.
En aquellas dos ocasiones, Tesla poco pudo hacer. En este caso, sin embargo, acecha la sombra de la duda: Tesla podría haber aprovechado estas protestas, para las cuales la policía no prevé disturbios, para camuflar una reducción de la producción consecuencia de una caída en la demanda de sus coches.
Tesla podría estar aprovechando esta circunstancia para reducir la producción e igualar su capacidad con los pedidos previstos. Y es que, a día de hoy, la compañía estadounidense tiene muchos coches acumulados a los que dar salida. Basta echar un vistazo en Google Maps al antiguo aeropuerto militar de Neuhardenberg, cerca de Berlín, para comprobar la enorme cantidad de Model Y fabricados en Alemania que hay sin vender. Tesla utiliza ahora esa zona para almacenar su stock de coches no vendidos. En las imágenes por satélite, de marzo de 2024, se pueden ver centenares (quizá miles) de Model Y aparcados en los alrededores de la planta solar aledaña a la pista de aterrizaje. Una señal inequívoca del desajuste entre producción y demanda, al que también afecta el éxito del renovado Model 3, que está superando otra vez en ventas al SUV.
