Tesla ha logrado asegurarse alrededor de 680 millones de dólares para financiar la construcción de su nueva fábrica de coches eléctricos en China. Según anunció el propio Elon Musk, la empresa solicitaría el capital necesario para esta nueva instalación a bancos y empresas locales. La nueva Gigafactoría requeriría una inversión de capital de aproximadamente 2.000 millones de dólares para alcanzar una producción de 250.000 vehículos al año.
Este capital respondería a una primera fase de desarrollo que durará dos años y que no incluirá la producción de baterías, prevista para más adelante. En una segunda fase, la cifra total de producción de la nueva Gigafactoría ascenderá a 500.000 vehículos al año y se alcanzará dos o tres años después de la apertura.
Según el diario chino Bejing Business, Tesla ya ha comenzado a buscar inversores para el inicio de esa primera fase a través de su filial Tesla Shanghái, que ha solicitado una ampliación de capital hasta los 680 millones de dólares, con lo que la empresa subsidiaria se involucra definitivamente en la construcción de esta importante instalación.
Con esta nueva inyección de fondos, el alcance comercial de Tesla Shanghái se expande a tareas como la fabricación, la venta y el mantenimiento de nuevos vehículos eléctricos, así como a la producción de componentes clave para vehículos de "Nueva Energía". Esta ampliación de sus líneas de negocio significa, según explica la publicación china, que Tesla Shanghái pasa de ser una empresa de tecnología a involucrarse en la fabricación de nuevos vehículos.
Esta primera inyección de capital tan solo supone una primera parte de lo que Tesla necesita para poner en marcha la fábrica en Shanghái que, según la compañía, se iniciará "en un futuro cercano", y que supone un importante paso para lograr dominar el mercado global de vehículos eléctricos. China se ha convertido en uno de los mercados fundamentales por lo que la fabricación local abaratará los costes y le permitiría ser más competitivo.
Según Bloomberg Tesla necesitará desembolsar 5.000 millones de dólares para alcanzar los planes de producción estimados. Para ello la empresa consideró fundamental acudir a la deuda local, sobre todo buscando la financiación de grandes bancos locales para afrontar la primera fase. El objetivo es que en 2020 ya pueda fabricar el primero de los modelos que saldrá de sus líneas, el Model Y, un SUV asequible basado en el Model 3.