En la pasada madrugada (en territorio peninsular) Tesla presentó sus resultados del segundo trimestre de 2020, anunciando beneficios por cuarto trimestre consecutivo, consiguiendo ganancias durante un año entero por primera vez en su historia. Unos resultados positivos, a pesar de la situación mundial por el coronavirus, que vinieron acompañados -como suele ser habitual- de algunos datos interesantes, como la elección de la ubicación de la nueva Gigafactoría de Estados Unidos.
Como se venía rumoreando desde hace algunos meses, Texas ha sido el Estado elegido para levantar la próxima Gigafactoría de Tesla. Concretamente será en Austin donde la compañía de Elon Musk construirá su nueva fábrica, la segunda planta de ensamblaje de coches de Tesla en Estados Unidos y su cuarta fábrica si tenemos en cuenta también la Giga Nevada, donde fabrican baterías junto a Panasonic, y la planta de Buffalo (Nueva York), donde produce paneles fotovoltaicos.
Tesla invertirá unos 950 millones de euros (1100 millones de dólares) en la nueva fábrica de Texas y empleará a unas 5000 personas. Según declaraciones de Elon Musk, la compañía pagará un mínimo de 15 dólares/hora y ofrecerá seguro de salud y vacaciones pagadas.
Aunque también se valoró Nashville (Oklahoma), en la elección final por Texas primaron, entre otros, factores como su fuerza laboral cualificada y relativamente joven, su ubicación estratégica y reducción de impuestos por valor de 60 millones de dólares durante los próximos diez años (a cambio de invertir los 1100 millones de dólares en los próximos cinco años).
En Austin se fabricará la futurista Tesla Cybertruck, el camión eléctrico Tesla Semi, y los Tesla Model Y y Model 3 destinados a los clientes de la costa este estadounidense. Cuando las nuevas fábricas de Berlín (Alemania) y Texas (EE.UU.) estén en funcionamiento, habrá en total cuatro factorías en el mundo produciendo el Tesla Model Y.
Paradójicamente, a día de hoy Tesla no puede vender sus coches directamente a los ciudadanos de Texas debido a una ley de dicho estado que prohíbe las compras directas a los fabricantes. Para poder comprar un Tesla, los tejanos tienen que realizar la transacción fuera de su estado y enviar el coche posteriormente a Texas.