La promesa de la conducción autónoma es a día de hoy excesivamente lejana. Aunque todos los fabricantes han invertido y están invirtiendo grandes cantidades de dinero en sus programas autónomos más avanzados, nadie ofrece el nivel 5 en sus vehículos, ni siquiera Tesla. Sin embargo, los de Austin llevan mucho tiempo vendiendo su paquete FSD (Full Self Driving) o su programa Autopilot como si fuese totalmente autónomo cuando no lo es. A raíz de una serie de accidentes ocurridos, algunos de ellos con resultados fatales, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha abierto una investigación penal a Tesla sobre sus afirmaciones de conducción autónoma.
No es la primera vez que oímos algo semejante al respecto. Lo cierto es que Tesla tiene varios frentes abiertos con diferentes autoridades americanas por el mismo motivo. La NHTSA tiene numerosos expedientes bajo investigación por problemas de seguridad surgidos por el paquete FSD y la poco afortunada denominación del programa Autopilot. El problema es que Tesla está intentando vender algo que no ofrece y muchos clientes pueden caer en el error de tomarlo como cierto.
En más de una ocasión hemos visto en redes sociales vídeos de conductores de Tesla completamente despreocupados de la circulación, algunos de ellos hasta dormidos tras el volante completamente confiados en la supuesta conducción autónoma que ofrece la compañía. El problema de seguridad es dramático. El paquete FSD es de los mejores en cuanto a su respuesta y control, pero sigue sin ser un programa con nivel 5 de conducción autónoma, el máximo nivel que está establecido para considerar a un coche como realmente autónomo. El FSD es un programa de nivel 2 avanzado, tres escalones por debajo de la conducción autónoma total.
Tesla ya ha reconocido en más de una ocasión que el programa está ahí para ayudar a los conductores, pero es en la letra pequeña donde se especifica que no se trata de un programa autónomo y que el conductor tiene la responsabilidad final en todo momento. A pesar de las mejoras y los avisos los accidentes se siguen sucediendo por las imprudencias de usuarios alentados por maniobras de marketing. Maniobras que ahora están bajo la lupa del Departamento de Justicia que podría indicar que el programa Autopilot supone un engaño deliberado a los clientes, los inversores y a los reguladores.
La compañía de Elon Musk incluye un descargo de responsabilidad en todos los modelos con el paquete FSD. Un largo y complejo texto legal que muy pocos conductores se leen al completo ignorando lo que realmente el coche es capaz de hacer. Esta es la primera vez que Tesla recibe una investigación penal, aunque nadie espera una resolución rápida o fácil. Paralelamente se mantienen abiertas las investigaciones por los accidentes que han ido sucediéndose, algunos de ellos con víctimas mortales.
Puede que esta investigación haya sido el causante principal por el cual el otro día Elon Musk aseguró que Tesla finalmente no tendría operativa la conducción autónoma a finales de este mismo año. Posiblemente Tesla mantenga un perfil bajo al respecto durante los próximos meses a la espera de una resolución. El resultado de las investigaciones llevará su tiempo y supondrán la toma de declaraciones oficiales a muchas partes implicadas, desde ingenieros de la compañía a víctimas de accidentes.