El sector de las tecnologías, y particularmente el del automóvil, va camino de cumplir dos ejercicios sumido en una situación atípica en cuanto a suministro de componentes y materiales, que se traduce a una oferta de vehículos nuevos que dista de poder cumplir con la demanda. En cuanto a coches eléctricos, ni siquiera contando con que gozan de prioridad por parte de sus respectivos fabricantes en las líneas de producción, consiguen saciar una demanda cada vez mayor, y esta tensión se traslada al mercado de ocasión y los coches eléctricos de segunda mano.
La situación no es relativa a un sólo mercado o fabricante, sino que se extiendo por todo lo largo y ancho del globo y afecta a todas y cada una de las firmas del sector del automóvil, incluida Tesla. Muestra de ello es el caso del Tesla Model S americano que estos últimos días se ha viralizado, y de que se han hecho eco en Motor1.
La venta de un coche eléctrico usado no suele tener la relevancia suficiente como para llegar a una portada, pero en este caso el método mediante el que ha encontrado un segundo dueño y el propio estado del coche, dictaminan que se trata de un precio real que de no ser por la actual situación del sector no hubiera trascendido.
Y es que, en lugar de haber sido vendido por el habitual procedimiento estos días entre particulares mediante páginas de anuncios clasificados, o como parte de pago de otro coche de mayor valor a un profesional, el Tesla Model S protagonista de estas líneas ha cambiado de manos a través de una página de subastas adjudicándose a cambio de un precio de 50.500 dólares, más otros 630 dólares en concepto de gastos y tarificaciones, que traducido a la moneda europea (según el cambio actual), suponen 45.297 euros.
Más concretamente, se trata de un Tesla Model S 100D que proviene de uso particular. Fue fabricado en 2018 y con 103.000 millas (165.000 kilómetros) demuestra que ha tenido una intensidad de uso a la altura de un taxi.
Interior del Tesla Model S en cuestión.
Se trata de un precio apenas 10.000 euros superior al de otros Model S con kilometraje similar y de más edad que en estos momentos que se encuentran anunciados en España, pero en Estados Unidos lo habitual es que este modelo hubiera encontrado dueño por una cantidad sustancialmente menor.
Además, una de las particularidades de este caso es que se trata de una de kilometraje relativamente alto, y que a causa de ello ya no goza de la preciada garantía de Tesla para el esquema técnico (motor y baterías), y el hecho de que haya sido vendido mediante subasta implica que el vendedor no ha impuesto un precio a pagar, sino que ha sido el propio mercado el que ha determinado de manera "natural" el coste de este Tesla Model S en particular.
La situación en España
La venta de este Tesla Model S ha trascendido en el estado americano de Georgia, pero la situación del mercado español es similar a la del estadounidense. Si tomamos al Tesla Model 3, que es el coche eléctrico más popular de España y Europa en estos momentos, y analizamos las unidades que se encuentran a la venta en estos momentos en los portales de coches usados más famosos de España, es fácil constatar de manera rápida dos aspectos, teniendo en cuenta que actualmente el tiempo de espera para un Tesla Model 3 a estrenar es de al menos cinco meses.
El primero de los aspectos es que el precio de las unidades anunciadas no dista del que cuesta este modelo si se encarga a Tesla como un coche nuevo. Todos parten de la barrera de los 40.000 euros, cuando un Tesla Model 3 a estrenar cuesta (mínimo) 46.990 euros, y se puede beneficiar de los hasta 7.000 euros con los que ayuda el Plan Moves III a los compradores de un coche eléctrico.
El segundo aspecto es que cada unidad apenas pasa unos pocos días a la venta antes de encontrar nuevo dueño, pues nosotros mismos previamente hemos llevado a cabo un rastreo de las unidades cuyos anuncios a nuestro juicio han despertado mayor confianza, mediante el que hemos constatado que, efectivamente, a día de hoy un Tesla usado apenas sufre depreciación y que además de ello no suelen estar anunciados en páginas de anuncios clasificados durante demasiado tiempo.