Como cada año por estas fechas, Tesla intensifica sus trabajos de cara al final del curso. Los de Austin pisan el acelerador en todas las etapas de la cadena, desde la fábrica hasta los concesionarios, a fin de rematar el año como el mayor fabricante de coches eléctricos del mundo. Si bien su privilegiada posición no ha corrido ningún peligro durante la última década, cada vez son más los temores a un cambio. BYD presiona para liderar la tabla de ventas, pero en Estados Unidos no se rinden. No sólo toman posiciones para lo que queda de año, sino que ya calculan cuántos coches venderán en 2025. El incremento, si realmente se produce, será notable.
A lo largo de los últimos 10 años la compañía de Elon Musk ha presentado una tasa de crecimiento anual cercana al 50%. Sin embargo, esa racha positiva se ha parado en seco en este 2024. Tesla espera crecer, sí, pero a un ritmo muy inferior. En 2023 matricularon un total de 1.8 millones de coches en todo el mundo, un 37,7% más que con respecto al 2022. Este año, si todos los planes salen como se espera, alcanzarán un volumen de ventas de casi 1.9 millones de coches. En un crecimiento mínimo teniendo en cuenta años precedentes, pero también hay que reconocer que el ecosistema del 2024 no ha sido el más propicio para incentivar las ventas, aunque acaban de celebrar la producción de 7 millones de coches eléctricos desde su fundación.
Tesla quiere recuperar en 2025 el terreno perdido en 2024
Tesla ha compartido sus esperanzas para el próximo año. Esperan crecer entre un 20 y un 30% en todo el mundo, lo que supone alcanzar un volumen de ventas de entre 2.2 y 2.4 millones de unidades globales. La gran pregunta es, ¿cómo planea hacerlo en un mercado cada vez más competitivo? La privilegiada situación que han vivido en Austin a lo largo de los últimos 10 años ya no forma parte del mundo. China lidera hoy la industria automovilística eléctrica y cada vez son más las marcas que se expanden al extranjero con productos que pueden plantar cara a cualquier modelo de la compañía americana. Aún así, Tesla tiene un plan de ataque, aunque será una tarea complicada.
Como es lógico, los Tesla Model 3 y Tesla Model Y tirarán del carro, sobre todo este último que pronto presentará una importante evolución. El SUV aspira a ser una vez más el coche más vendido del mundo. Todas las fábricas de la compañía tendrán que trabajar más y más deprisa. La fábrica de California incrementará su tasa de producción de los Model 3 y Model Y por encima de las 550.000 unidades/año. La Gigafactoría de Shanghái liderará la producción de ambas unidades al superar las 950.000 coches/año. Berlín y Austin también pondrán su grano de arena al elevar la producción hasta las 375.000 y 250.000 unidades por año respectivamente. Los Model S y Model X apenas tendrán impacto en las ventas con una estimación de 100.000 unidades en todo el mundo para el 2025.
El Cybertruck en cambio sí que sumará un buen puñado de ventas a la mezcla. La pick-up ya ha elevado la producción. La rampa inicial ya se ha superado y para el próximo año Tesla espera vender más de 125.000 unidades, sólo en Estados Unidos, claro. Su único mercado hasta la fecha. El informe recoge el lanzamiento de nuevas unidades basados en una plataforma desarrollada a partir de los Model 3 y Model Y a un coste menor. Nadie sabe absolutamente nada de ellos, ni siquiera nombres. Resulta curioso que hace apenas unas semanas el propio Elon Musk se posicionara en contra del desarrollo de coches de precio razonables al considerar que sería una “tontería” por parte de la empresa. El próximo año se antoja movido y en Tesla tienen mucho que aportar.
