W. Edward Deming fue un ingeniero y consultor estadounidense reconocido como el padre de la gestión de la calidad total en la fabricación de automóviles. Se le considera uno de los responsables del progreso de la industria, gracias al desarrollo de una serie de teorías funcionales y económicas que, desde hace años, supervisan la producción de los vehículos que se fabrican en casi todo el mundo.
Las teorías de Deming estaban muy por delante de su tiempo. Afirman que las organizaciones que se centran en reducir únicamente los costes de producción, automáticamente disminuyen la calidad de sus productos. Por el contrario, aquellas que se concentran en mejorar la calidad, automáticamente rebajan los costes.
La calidad de fabricación de un vehículo es clave en la industria del automóvil. Los sistemas que supervisan toda la cadena de montaje garantizan que el 99,9% de las unidades que salen de las líneas de producción cumplen los requisitos de calidad especificados (y, por lo tanto, también de seguridad). Para los propietarios de un vehículo, esto se traduce en que hay una alta probabilidad de recibir una unidad que no le dará problemas en el futuro.
Lograr este estándar no es sencillo. Todo el sistema se basa en métodos estadísticos que revelan la eficiencia de todos los procedimientos de una empresa y su capacidad para crear un producto de calidad. Al relacionar estos resultados con su administración a nivel económico, se logra el tan ansiado incremento de la productividad.
La calidad de fabricación de Tesla
Aunque Tesla lleva más de 10 años fabricando coches eléctricos, sigue siendo un recién llegado a la industria. Los problemas de juventud se han hecho palpables en sus primeros vehículos, que todavía adolecen de defectos que no se encuentran en firmas que llevan muchos más años en este sector.
El fabricante ha trabajado en sus procesos de producción y en la formación de sus operarios para luchar contra esta lacra. Cada vez que arranca la producción de un nuevo modelo o las operaciones de una nueva planta, los propietarios y los medios de comunicación buscan estos problemas de calidad. El último episodio de esta historia es la llegada a Estados Unidos de Tom Zhu, jefe de operaciones de la fábrica de Shanghái en China, para evaluar y solucionar los procedimientos de Fremont.
A Zhu se le atribuye en gran medida la resurrección de Giga Shanghái tras los múltiples bloqueos provocados por la pandemia del Covid-19. Los resultados hablan por sí mismos. Con una fuerza laboral de 20.000 trabajadores, la planta aumentó la producción del Model 3 y del Model Y más del 70% en el tercer trimestre de 2022, siendo responsable de más de la mitad de la producción de Tesla.
Además, ha logrado grandes avances en la aplicación de innovaciones tecnológicas a los procesos de ensamblaje, reduciendo significativamente los costes de producción. Esta visita llega rodeada de los rumores sobre la posible intención de Elon Musk de mejorar el personal ejecutivo dedicado a las operaciones en EE.UU.
James Murdoch, miembro de la junta de Tesla, afirmaba recientemente que la compañía había identificado a un candidato para dirigir Tesla. Entre los nombres probables apareció el de Zhu, del que se afirmó que estaba siendo preparado para el cargo, aunque realmente no hay evidencia de ello.