La depreciación que sufren los coches al poco tiempo de ser matriculados, aunque menos pronunciada en los últimos años, sigue haciendo que ciertos modelos se conviertan en opciones muy atractivas en el mercado de segunda mano. En muchos casos, estos vehículos tienen pocos años de uso y su valor en relación al precio resulta ser una gran oportunidad.
En el contexto actual, marcado por la transición hacia el coche eléctrico, uno de los modelos pioneros que destacó por su innovación y diseño revolucionario fue el BMW i3. Este modelo rompedor, que introdujo soluciones nunca vistas en su segmento, se convirtió en un referente desde su lanzamiento. Su distintivo diseño, casi con formato de monovolumen, y el uso de una estructura ligera con chasis de polímeros reforzados con fibra de carbono (CRPF), conocido como ‘módulo Life’, posicionaron al i3 como una opción única en el mercado.
El BMW i3 fue un adelantado a su tiempo
Una de las características más reconocibles del BMW i3 son sus puertas traseras de apertura inversa, también conocidas como puertas ‘suicida’. Este tipo de puertas, que se abren en dirección contraria al sentido de la marcha, son apreciadas por los entusiastas del automóvil por su funcionalidad y estética poco común.
Si bien el BMW i3 debutó en 2013, es interesante centrarse en las versiones posteriores, en particular en el BMW i3 S de 120 Ah, lanzado en 2018. Este modelo es especialmente atractivo en el mercado de segunda mano, ya que combina una buena relación entre edad, precio, kilometraje y equipamiento. Al tratarse de la última versión en llegar al mercado, esta versión ha beneficiado de las mejoras que corregían posibles fallos presentes en los primeros modelos, ofreciendo así mayor fiabilidad.
Actualmente, es posible encontrar unidades del BMW i3 S con bajos kilometrajes, alrededor de 50.000 kilómetros, y por precios cercanos a los 20.000 euros (Aquí y aquí se pueden consultar precios). Muchos de estos vehículos provienen de vendedores profesionales que incluyen garantía, lo que añade un valor adicional a la compra. Para ponerlo en perspectiva, por un precio similar al de un Dacia Spring nuevo, puedes obtener un BMW i3, un modelo de diseño innovador y con una autonomía que, en uso real, puede oscilar entre los 150 y 250 kilómetros, dependiendo del tipo de conducción. En entornos urbanos, la autonomía tiende a acercarse más al extremo superior, aunque su cifra oficial de homologación es de 284 kilómetros.
En términos técnicos, el BMW i3 S de 120 Ah cuenta con una batería de 37,9 kWh de capacidad útil, que alimenta un motor eléctrico de 135 kW / 184 CV ubicado en el eje trasero, permitiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 6,9 segundos. Con un peso reducido de 1.365 kg gracias a su estructura ligera, el i3 S ofrece un rendimiento ágil y dinámico en entornos urbanos. Con una longitud de cuatro metros y un maletero de 260 litros, este vehículo es ideal como segundo coche para familias que necesiten un vehículo urbano compacto con la etiqueta '0 Emisiones' de la DGT.
Sin embargo, hay dos aspectos clave a considerar antes de adquirir un BMW i3 de segunda mano. Primero, es fundamental verificar el estado de la batería, ya que su sustitución puede ser costosa. Además, se debe inspeccionar cuidadosamente la estructura de CRPF para asegurarse de que no haya sufrido daños previos, ya que la reparación de este tipo de chasis es compleja y cara. Por esta razón, se recomienda contar con un seguro a todo riesgo para cubrir cualquier posible reparación.
El BMW i3 S de 120 Ah es una opción atractiva en el mercado de segunda mano, combinando un diseño innovador, un rendimiento sólido y un buen balance entre precio y características. Ideal para quienes buscan un coche eléctrico urbano con un toque prémium y que ofrezca una experiencia de conducción diferenciada.