Por diversos motivos, como el COVID, la escasez de componentes electrónicos o la crisis energética, el coste de los coches ha subido de forma significativa durante estos últimos compases, y pocas marcas han consiguen mantener sus precios de venta de manera equilibrada. Toyota, que ha apostado por una política de precios equilibrada en todo el mundo, ya ha avisado que el coste de sus coches en Europa va a crecer ante el aumento de sus propios costes.
A día de hoy te compras un utilitario por el mismo precio que hace unos años te comprabas un buen compacto. Los SUV y la electrificación han elevado los costes de producción para las marcas. Ese aumento ha repercutido en un cliente final que ha visto como con su dinero no puede acceder a la misma oferta que estaba presente hace dos años. El encarecimiento ha sido generalizado, y la culpa la tienen diferentes hechos como la inflación descontrolada, el coste de las materias primas y el aumento considerable en el precio de la energía.
La crisis de Europa del Este ha obligado a Europa a controlar cada mínimo gasto de energía que se realiza. Toyota es una empresa como cualquier otra y necesita equilibrar las cuentas. Por ese motivo los ejecutivos de la compañía han alertado que pronto se revisará el precio de todas las unidades a la venta en Europa y Estados Unidos, y veremos como el precio se eleva. La justificación de la compañía es compensar los crecientes costos a los que se tienen que enfrentar, pero la gran pregunta es: ¿cuánto van a subir los precios?
Es raro que una compañía avise que los precios de sus productos van a subir. La gran mayoría eleva las cotizaciones de la noche a la mañana sin previo aviso o de forma paulatina como si cualquier cosa. En Toyota han optado por una política más clara, no por ello más sencilla, aunque el coste de sus coches también ha ido creciendo de forma paulatina, poco a poco, en los últimos meses. El director de comunicaciones, Jun Nagata, ha reconocido que "realmente nos estamos devanando los sesos tratando de encontrar el nivel de precios ajustados".
Los japoneses cifran el aumento de los costes a nivel mundial en más de 2.000 millones de dólares sólo en el periodo de julio a septiembre. De continuar esa escalada en el último trimestre el resultado podría echar por tierra las previsiones de ganancias anuales, algo que no se contempla. Cada división está revisando cual es la fórmula más correcta de aumentar los precios de venta. La situación en España parece particularmente sensible ante la inestabilidad de la economía y por el hecho de que Toyota se sitúa mes tras mes como una de las compañías más populares.
Sus híbridos de acceso: Toyota Yaris, Toyota Yaris Cross y Toyota CH-R suelen ocupar los primeros puestos en el mercado de híbridos. El dominio es tan aplastante que el trío de cabeza suele acompañarse del Toyota Corolla. Los directivos españoles saben que los bolsillos de los conductores ya están lo suficientemente exprimidos como para encima ahora venir con un incremento en los precios. Actualmente un Yaris Cross, un B-SUV, tiene un precio mínimo superior a los 25.000 euros. El CH-R supera la barrera de los 28.000, y el Yaris más barato es el único disponible por debajo de los 20.000 euros. Pronto conoceremos las nuevas cotizaciones, aunque no sería nada extraño pensar en un aumento aproximado de 2.000 euros por unidad.