El Toyota C-HR ha causado sensación en el mercado, principalmente por un diseño muy llamativo y particular. Además, ha destacado por incorporar una de las mecánicas más confiables de la reconocida firma japonesa. Sus niveles de consumo son verdaderamente bajos y presenta características totalmente singulares. Sin embargo, al posible rey del segmento le han salido innumerables rivales en el mercado automovilístico; uno de ellos es el Suzuki S-Cross.
El SUV híbrido de Suzuki se presenta, a priori, como una opción muy lógica frente a las especificaciones y características del Toyota C-HR. En primer lugar, su estética guarda una mayor sobriedad gracias a unas líneas más sencillas junto a unas formas robustas y musculosas. Los grandes grupos ópticos del Suzuki S-Cross son un sello de identidad junto a su enorme parrilla delantera que le aporta gran personalidad.
Sin embargo, y aunque el diseño puede engañar a la vista, ambos vehículos prácticamente calcan las cotas. El Suzuki S-Cross mide 4.300 mm de largo, 1.585 mm de alto y 1.785 mm de ancho. El Toyota C-HR es casi idéntico: 4.360 mm, 1.555 mm y 1.795 mm.
A pesar de dicha semejanza, el Suzuki S-Cross cuenta en su interior con un espacio mucho mejor distribuido en todos los sentidos. El diseño exterior del C-HR lo hace pecar significativamente en sus plazas traseras, que son más pequeñas y tienen un acristalamiento reducido, algo que tampoco ha mejorado con su reciente renovación generacional. Sin embargo, su rival es todo lo contrario. El Suzuki S-Cross híbrido presenta una segunda fila más espaciosa e iluminada, con unos asientos cómodos y mullidos, así como una visibilidad alrededor sobresaliente.
En términos de tecnología, la zona del salpicadero en el C-HR puede considerarse más vistosa y llamativa en todos los aspectos, generando así la sensación de que el Suzuki S-Cross híbrido necesita una actualización al respecto, aunque su pantalla central de hasta 9 pulgadas funcione bien y tenga conexiones móviles vía Apple CarPlay y Android Auto.
Donde peca el SUV híbrido de Suzuki es en el espacio de carga, en el que pierde notablemente con respecto al Toyota. El S-Cross híbrido cuenta con un volumen de 293 litros (la variante Mild-Hybrid presenta 430 litros), mientras que el C-HR ofrece una capacidad de 377 litros.
Mirando sus respectivas mecánicas, el Suzuki S-Cross cuenta con una mecánica denominada Strong Hybrid, que se caracteriza por contar con un bloque motor de gasolina 1.5 DualJet, una unidad de generación eléctrica y una pequeña batería de apenas 0,84 kWh, que alimenta un pequeño motor eléctrico de 33 CV. La potencia total del conjunto en el S-Cross es de 116 CV. En el C-HR, sin embargo, encontramos un sistema con una potencia total de 122 CV extraídos de su motor térmico de gasolina con 98 CV y el motor eléctrico de 72 CV.
Echando un ojo a sus cifras de consumo medio, el Toyota C-HR vuelve a ganar, aunque por poco. El SUV híbrido de Toyota cumple con un consumo combinado de 4,9 litros a los 100 kilómetros, mientras que el Suzuki S-Cross híbrido hace lo propio con 5,2 litros a los 100 kilómetros.
Como se puede ver, las diferencias entre ambos son notables en algunos aspectos, pero, en términos generales, son vehículos realmente similares. El Toyota C-HR sigue contando con una estética mucho más trabajada, mejor maletero, más potencia y menor consumo, mientras que el Suzuki S-Cross vence principalmente en espacio habitable en su segunda fila y un diseño más sobrio.
Pero, ¿qué hay de sus precios? El Suzuki S-Cross híbrido cuenta con un precio de partida de 30.000 euros en España, donde se incluye un equipamiento de lo más completo, ya que prácticamente no existen posibles opciones extras más allá del color de la carrocería. Por otro lado, el Toyota C-HR hace lo propio por un montante inicial de 29.100 euros, aunque para igualar en equipamiento al S-Cross hará falta recurrir a su catálogo de extras, lo que hará que el precio ascienda notablemente.