Hay veces en las que un gran coche pasa desapercibido por el simple hecho de que su estilo no está de moda. Los SUV ocupan casi toda la atención del mercado, lo que ha provocado la desaparición de algunas categorías clásicas como los monovolúmenes o la práctica anulación de las berlinas generalistas. Pocas son las compañías, más allá de las marcas premium, que sigan manteniendo sus unidades a la venta. Toyota es una de ellas. Tras haberlo hecho un producto global, el Toyota Camry presenta ahora una nueva generación, la novena de todas que llega ahora cargada de muchas novedades.
Aunque en nuestro país no tenga la atención que se merece, el Camry es uno de los coches más importantes de Toyota. Ubicado cómodamente en el Top 3 de la lista de éxitos de la casa japonesa, es históricamente uno de los coches más vendidos en todo el mundo. A simple vista podemos apreciar todos los cambios que presenta esta nueva edición. El estilo conservador del modelo actual desaparece para dejar espacio a un diseño mucho más agresivo y afilado con marcadas líneas de tensión y llantas de gran tamaño, hasta 18 pulgadas. Toyota aprovecha la ocasión e introduce las pinturas en dos colores para así generar un efecto de flotabilidad en la parte superior.
Un diseño más agresivo para un cambio mecánico fundamental
Otro cambio significativo lo encontramos en el habitáculo. La berlina se aprovecha de toda la tecnología que Toyota es capaz de aplicar a la última versión de la plataforma TNGA. Al ser el buque insignia de la gama, el Camry luce buenos acabados e interesantes combinaciones para la tapicería. A través de sus diferentes niveles de equipamiento es incluso posible seleccionar asientos de cuero. Tal y como manda la norma no escrita relativa a novedades, la digitalización toma todo el control del habitáculo. Dos pantallas de gran tamaño llaman la atención. La primera la encontramos haciendo las funciones de instrumentación digital.
La segunda de ellas, con hasta 12,3 pulgadas, permite operar casi todas las funciones del coche, a excepción de la climatización bizona que queda separada en un módulo individual. El equipamiento es destacado, incluyendo faros Full LED, conectividad para dispositivos móviles, tomas USB, cargador inalámbrico, cámaras de aparcamiento, mando fónico que se activa mediante el comando “Hola Toyota”, techo solar, asientos delanteros eléctricos, actualizaciones remotas vía OTA y un completo equipo de seguridad activa así como numerosos asistentes a la conducción con un nivel 2 de autonomía.
Una de las grandes novedades de esta generación es la adopción en exclusiva de mecánicas exclusivamente híbridas. Si bien Europa ya disfrutaba de esta posibilidad, no lo hacían otros mercados como el americano. El Camry instala el bloque de gasolina atmosférico de cuatro cilindros y 2.5 litros que ofrece una potencia estándar de 225 caballos de potencia. Cuenta con una versión de tracción total y mismo conjunto mecánico que eleva el rendimiento hasta los 232 caballos. La gestión se deriva a una caja de cambios e-CVT que permite rodar durante cortos espacios de tiempo en formato 100% eléctrico. Su llegada a Europa no se espera antes del próximo año.