La industria del automóvil avanza hacia un futuro donde la electrificación parece ser la protagonista indiscutible. Sin embargo, algunos fabricantes, especialmente en Japón, están optando por una estrategia más diversificada en lugar de apostar únicamente por la electricidad. Toyota es uno de los fabricantes que ha establecido una estrategia basada en la multitecnología.
Lejos de ser una postura escéptica hacia la electrificación, su planteamiento está motivado por consideraciones culturales y estratégicas. La compañía japonesa no quiere cerrar ninguna puerta en cuanto a tecnologías que podrían liderar el futuro de la movilidad. Si bien Toyota ha anunciado el desarrollo de vehículos eléctricos para los próximos años, también está invirtiendo en la investigación de energías alternativas como el hidrógeno o incluso el amoníaco.
Toyota no descarta ninguna posibilidad, por muy descabellada que sea
Este planteamiento, muy diferente al del resto de fabricantes no descarta ninguna solución en el proceso de transición hacia un futuro con cero emisiones. Así, mientras las baterías parecen poner de acuerdo a casi todos los fabricantes, Toyota buscan ampliar las opciones disponibles para el consumidor y la industria anticipándose a posibles escenarios donde diferentes tecnologías coexistan y, para eso, el hidrógeno es su gran apuesta.
Los japoneses están revolucionando la manera en que entendemos el uso del hidrógeno, ampliando su uso más allá de los automóviles para posicionarlo como una fuente de energía versátil y accesible para diversas aplicaciones. En octubre, durante la Japan Mobility Bizweek, Toyota presentó sus nuevos cartuchos de hidrógeno portátiles, un innovador desarrollo que promete transformar la manera en la que utilizamos esta energía.
Estos cartuchos están diseñados para ser tanto funcionales como estéticamente atractivos. Con un diseño cilíndrico similar a grandes pilas AA, destacan por su portabilidad y facilidad de uso. Las líneas minimalistas y las asas ergonómicas permiten su transporte sencillo, lo que los convierte en una solución ideal no solo para vehículos eléctricos de pila de combustible (FCEV), sino también para el hogar y otros usos cotidianos.
Este desarrollo ha sido posible gracias al trabajo de Woven, la filial de tecnología de movilidad de Toyota, que ha perfeccionado estos cartuchos desde su primer prototipo en 2022. Se trata de un cilindro de 400 mm de largo y 180 mm de diámetro que pesa 5 kilogramos cuando está lleno y cuya capacidad energética es de 3,3 kWh.
Ahora, son más ligeros y compactos, lo que refleja la experiencia adquirida por Toyota en el almacenamiento de hidrógeno para sus vehículos. Los cartuchos están diseñados para ofrecer energía no solo a los automóviles, sino también a los dispositivos cotidianos, como electrodomésticos o sistemas de respaldo en situaciones de emergencia.
La visión de Toyota trasciende los métodos tradicionales de recarga de vehículos eléctricos o los sistemas de reabastecimiento de hidrógeno. Al apostar por la portabilidad, estos cartuchos eliminan la necesidad de esperar tiempos de carga prolongados o depender de una infraestructura extensa. Cuando un vehículo FCEV necesita energía, simplemente se intercambia el cartucho vacío por uno lleno, lo que ofrece una solución rápida y eficiente. Además, Toyota ha colaborado con Rinnai Corporation para desarrollar una cocina de hidrógeno, mostrando cómo esta tecnología podría integrarse en los hogares.
Toyota prevé un ecosistema completo de hidrógeno en el que los cartuchos se puedan entregar, intercambiar y reutilizar fácilmente, reduciendo la necesidad de infraestructuras complejas. Estos cartuchos podrían ser recargados utilizando energía renovable, como la solar y la eólica, lo que contribuye a la meta de Toyota de alcanzar emisiones netas cero. Además, podrían ser utilizados en áreas sin acceso a la red eléctrica, proporcionando energía en situaciones de emergencia o para aparatos portátiles como cocinas de camping.
El hidrógeno como combustible para Toyota
En la Japan Mobility Bizweek, Toyota también ha presentado el Corolla GR-Sport, un coche de competición propulsado por hidrógeno líquido, que ha participado desde 2023 en carreras de resistencia. Con él muestra cómo el hidrógeno puede ser una opción viable en deportes de motor. Además, el sistema de almacenamiento de energía ‘Sweep’ reutiliza baterías de vehículos eléctricos para estabilizar las fuentes de energía renovable, un paso más hacia la reducción de residuos y el uso más eficiente de los recursos.
Si bien la adopción de vehículos eléctricos no ha crecido tan rápido como algunos fabricantes esperaban, el hidrógeno está ganando terreno como una opción viable de energía limpia. Toyota no está sola en esta visión; otros fabricantes como Hyundai, BMW y Honda también están invirtiendo en la tecnología de hidrógeno, reconociendo su potencial como combustible adaptable y sostenible. Los cartuchos de hidrógeno portátiles de Toyota podrían ser el avance que convierta esta tecnología en una opción cotidiana, alimentando no solo vehículos, sino también electrodomésticos y dispositivos del día a día.