A finales de la semana pasada, Toyota anunció su intención de construir una nueva planta para la producción de vehículos eléctricos en Tianjin, China, en cooperación con First Automobile Works (FAW). Con una inversión de cerca de 1.100 millones de euros, la nueva instalación debería ser capaz de producir 200.000 vehículos cada año, distribuidos entre las tres tecnologías de electrificación que Toyota ofrecerá en su catálogo: eléctricos puros, híbridos enchufables y pila de combustible de hidrógeno.
Tras una primera fase en la que Toyota ha permanecido fiel a su liderazgo en tecnología híbrida no enchufable, dejando que sus competidores le tomasen la delantera en la electrificación de su flota, el fabricante japonés está empezando a tomar la iniciativa. Para convertirse en un actor importante en la electrificación, su estrategia cuenta con el avance de la tecnología de las baterías de los coches 100% eléctricos, tanto en especificaciones técnicas como en precio y con el apoyo de los híbridos enchufables y vehículos de hidrógenos complementarios.
En esta planta, Toyota no contará con líneas de producción destinadas al ensamblaje de los vehículos híbridos completos (HEV), no enchufabes, que forman parte de su línea de producto actual, lo que demuestra que apuesta firmemente por avanzar en el grado de electrificación de sus coches. Toyota planea completar su construcción y comenzar la producción este mismo año.
Toyota no ha especificado por ahora qué porcentaje de los 200.000 vehículos que será capaz de producir la nueva instalación se dedicarán a cada una de las tecnologías. Por ahora, las únicas pistas que ha ofrecido sobre los modelos eléctricos que ofrecerá a sus clientes son los modelos futuros que se han ido presentando en los diferentes salones del automóvil que se han celebrado a nivel mundial.
Toyota planea lanzar más de 10 modelos eléctricos puros la primera mitad de la década de 2020. Toyota aspira así a vender más de 5,5 millones de vehículos electrificados en todo el mundo para el año 2030
En abril del año pasado, el fabricante japonés presentó en el Salón del Automóvil de Shanghái una versión eléctrica del C-HR, un SUV compacto que se convertirá en el primer coche 100% eléctrico que se lanza en China bajo su marca. Este modelo se comercializará tanto en el catálogo de su empresa conjunta con First Automobile Works, FAW Toyota, bajo cuyo anagrama se denominará IZOA, como en la de su otra empresa conjunta con Guangzhou Automobile Group, GAC Toyota, en la que sí se denominará C-HR.
Por otro lado, Toyota ha señalado que planea usar en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 el Rhombus, un prototipo de vehículo eléctrico desarrollado por Toyota Motor Engineering & Manufacturing, la división de investigación y desarrollo de la compañía en China. Se trata de un concepto de movilidad eléctrica con el que pretende cautivar a los conductores nacidos después de 1990.