El mercado eléctrico, lejos de lo que todo el mundo esperaba, sigue sin crecer lo suficiente como para generar la rentabilidad suficiente para los fabricantes. Sólo Tesla y las marcas chinas consiguen ganar dinero con sus EV. El resto de marcas tiene que analizar al detalle los gastos para decidir si lanzar o no un modelo al mercado. Actualmente, Toyota sólo tiene un único coche eléctrico a la venta. Se trata del bZ4X, que acaba de ser actualizado. La flota pronto aumentará a tres unidades, pero ninguna de ellas se ubicará en el segmento B junto al Yaris. Los japoneses piensan en un Yaris eléctrico, pero no por ahora.
Toyota ya ha demostrado, lejos de las habladurías generales, que sí está centrada en la electrificación, pero llevan su propio ritmo. Ahora, cuando el mercado parece estancado, Toyota presenta de una tacada tres modelos y anuncia la llegada de otros tantos para el curso que viene. El renovado bZ4X contará con la compañía del Toyota C-HR+, un todocamino compacto, y del Urban Cruiser. Este último se situará como el modelo más pequeño de la gama eléctrica. Mide 4,28 metros de largo, 32 centímetros más que el Yaris y 10 centímetros más que el Yaris Cross. Su autonomía no será extraordinaria, pero a Toyota le servirá para tomarle la temperatura a la categoría.

Toyota cree estar en los segmentos adecuados con sus coches eléctricos
El segmento B, donde se instala cómodamente el Yaris, es un segmento muy competitivo. El precio es un factor de compra fundamental. Un centenar de euros arriba o abajo puede determinar el éxito o el fracaso de un vehículo. El Yaris es actualmente una de las unidades más preciadas por su precio y por su sistema híbrido con etiqueta ECO. Toyota es de las pocas compañías que ha conseguido hacer rentable la movilidad híbrida en el segmento. Sólo tiene que enfrentarse a la competencia del Clio E-Tech. El resto de rivales apuestan por formatos Mild-Hybrid para reducir las facturas y para garantizarse la etiqueta ECO. Mes a mes, el Yaris se sitúa entre los coches más vendidos de nuestro país.
El problema es la rentabilidad. Cuanto más pequeño sea un coche, más cuesta recuperar el dinero invertido. Se necesitan decenas de miles de unidades vendidas por año para que el desarrollo salga rentable. Para un coche con el recorrido del Yaris es fácil, pero si hablamos de un modelo eléctrico completamente nuevo, las cifras no encajan. En esa tesitura se encuentra ahora Toyota, aunque los japoneses lo tienen muy claro. Tal y como ha declarado a la revista Autocar Andrea Carlucci, jefe de producto y marketing, el objetivo de Toyota es lanzar al mercado un Yaris eléctrico, pero su momento no ha llegado: “esta es la idea, pero ahora no es algo de lo que hablemos”.

“Llegará el momento y el lugar”, ha comentado. “Para nosotros, lo importante es encontrar el coche adecuado, el lugar adecuado en el momento adecuado, de verdad. Y, actualmente, la expansión que estamos viendo nos sitúa en los segmentos adecuados para Europa”. Toyota no da pistas sobre cuánto un Yaris eléctrico podría resultar rentable. Mientras, la categoría se llena de nuevas unidades, principalmente llegadas desde China. El Renault 5 es el modelo a seguir, aunque su precio sigue siendo demasiado alto como para poder alcanzar el volumen de ventas cosechado por su hermano el Clio. Volkswagen trabaja en rivales para él. Dentro de poco se presentarán modelos tan importantes como el ID.2 o el CUPRA Raval. Su precio de venta debería ser inferior a los 25.000 euros.