Con Tesla, Elon Musk ha marcado un antes y un después en la industria del coche eléctrico y la exploración espacial, y ahora extiende su enfoque de optimización a la administración pública. Como director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una entidad instaurada durante la administración Trump, aplica métodos que en sus propias empresas han impulsado la productividad, adaptándolos a un nuevo contexto.
El DOGE fue concebido para reducir el gasto público y reestructurar diversas agencias estatales. En este marco, se han implementado medidas significativas que incluyen la reorganización de equipos y la optimización de recursos, sin dejar de lado el difícil proceso de ajustes en la plantilla.

La misma estrategia laboral, de Tesla a DOGE
Musk ha mencionado que la jornada laboral en este departamento supera ampliamente las 40 horas semanales habituales en EE.UU., lo que, según sus palabras, responde a una búsqueda de eficiencia comparable a la intensidad que ha caracterizado sus proyectos en Tesla y otros emprendimientos.
El magnate es conocido por su estilo de gestión en el que la entrega total se traduce en resultados acelerados. En Tesla, por ejemplo, se ha documentado cómo Musk adoptó una presencia constante en la planta de producción, incluso durmiendo en el suelo para supervisar directamente la manufactura de vehículos eléctricos.
Asimismo, durante su gestión en Twitter, ahora X, se evidenció una transformación en el ambiente laboral, en la que las oficinas se convirtieron en un espacio de trabajo y de residencia temporal. Estas experiencias han sido adaptadas al entorno gubernamental, en el que se busca replicar la disciplina y el enfoque en la eficiencia, sin que esto implique una comparación de modelos, sino la aplicación de principios que han demostrado eficacia en distintos sectores.`
DOGE is working 120 hour a week. Our bureaucratic opponents optimistically work 40 hours a week. That is why they are losing so fast. https://t.co/dXtrL5rj1K
— Elon Musk (@elonmusk) February 2, 2025
El coeficiente intelectual y el sueldo
Entre las iniciativas más comentadas se encuentra el programa ‘super high-IQ, lanzado en noviembre de 2024, que pretende incorporar a profesionales con altos índices de inteligencia dispuestos a trabajar jornadas de más de 80 horas semanales sin remuneración adicional.
Musk reconoce que estas labores pueden resultar arduas y carentes de incentivos convencionales, pero las plantea como un recurso para alcanzar recortes de costos y eliminar lo que considera “ineficiencias”. Paralelamente, el DOGE ha procedido a reestructuraciones que han incluido despidos y la suspensión de servicios en ciertas áreas, lo que ha suscitado debates tanto a nivel nacional como internacional.
No es solo a distancia desde sus sedes corporativas donde Musk impulsa sus políticas. Se ha informado, por ejemplo, que el magnate ha optado por pernoctar en la sede del DOGE, ubicada en las cercanías de la Casa Blanca, lo que le permite ejercer un control directo sobre las operaciones. Este tipo de implicación personal recuerda sus métodos anteriores y refuerza la idea de un liderazgo comprometido, tanto en el ámbito privado como en el público.
El respaldo del expresidente Donald Trump ha sido un factor importante en la consolidación de estas medidas, calificándolas de “excelente trabajo”. No obstante, la implementación de estos cambios enfrenta desafíos en el ámbito legislativo. Reuniones con miembros del Congreso han puesto de manifiesto tanto el reconocimiento a la capacidad de innovación del modelo como las inquietudes acerca del impacto de medidas tan drásticas en los servicios públicos.

La ‘nueva’ cultura laboral
La aplicación de una cultura laboral intensa, basada en altos niveles de compromiso y jornadas extendidas, ha sido un sello distintivo en las empresas de Musk. Ahora, trasladar estos principios al sector público plantea interrogantes sobre la compatibilidad de métodos propios de Silicon Valley en una estructura que afecta a millones de ciudadanos.
Si bien la experiencia en Tesla y Twitter ha mostrado resultados en términos de productividad y reducción de costes, en el ámbito gubernamental es fundamental equilibrar la eficiencia con el respeto a derechos laborales y el bienestar de la comunidad.