Toyota, la corporación automovilística más grande del mundo, está pisando el acelerador ante el nuevo horizonte eléctrico. El panorama está cambiando muy deprisa y equivocarse en los pasos a dar puede resultar dramático. Con una oferta eléctrica creciente, el futuro tiene que ser prometedor. Para ello, los japoneses ya están allanando el camino con el lanzamiento de numerosos prototipos, uno de ellos es el Toyota FT-3e Concept. Un nombre extraño para un coche que acabará llegando a los concesionarios.
30 modelos eléctricos nuevos antes de que llegue el año 2030. Ese es el objetivo que Toyota anunció hace ya dos años. Un plan maestro diseñado para que la electrificación se establezca como el estándar dentro de la casa. Los últimos lanzamientos conceptuales han ido en esa línea. El Salón de Tokio, que abre hoy sus puertas, expondrá varios prototipos eléctricos firmados por Toyota, como el FT-Se, un modelo que expone la rama más pasional de la electricidad, o el Land Cruiser Se Concept que adelanta la llegada de una versión 100% eléctrica del icónico 4x4.
Sin datos eléctricos, pero con un interior completamente digital con seis pantallas
Con respecto al FT-3e hablamos de un producto mucho más racional que cualquier otro. A simple vista, recuerda, en cierta medida, al actual Toyota bZ4X. Los japoneses ya trabajan en el sucesor del primer SUV eléctrico global de la casa y el FT-3e formará parte de él. Imaginamos que no lo hará con ese nombre, sino que recibirá las siglas bZ de la nueva familia eléctrica de Toyota.
La información relativa a este nuevo prototipo impulsado por baterías es muy escasa. Los japoneses lo han lanzado y han evitado aportar cualquier dato de relevancia, autonomía, batería o potencia. Según ellos, el diseño exterior combina estilos y estéticas avanzadas que intentan mantener el aspecto lo más simple posible. Su tamaño no parece discreto, pero sí que hay que destacar la gran amplitud entre los ejes. La batalla generosa y la línea de techo casi plana auguran un gran espacio interior para un máximo de cinco pasajeros con un gran volumen de carga.
La presentación interior también es muy llamativa. Hasta seis pantallas diferentes que llevan a un nuevo nivel el concepto de digitalización. El FT-3e integra espejos retrovisores digitales que proyectan las imágenes en unos paneles localizados en la base del pilar A. Una zona algo extraña. En el puesto de conducción, encontramos tres pantallas de pequeño tamaño, cada una centrada en ofrecer un tipo de información concreta. Por último, está la pantalla principal del sistema multimedia. Muestra un gran tamaño, aunque no está centrada con el salpicadero. Parece demasiado lejana para el conductor. Podríamos sumar una última superficie digital, el propio salpicadero, capaz de mostrar los datos más importantes del vehículo como la velocidad, la autonomía o el guiado del navegador.