Quien busca alternativas de movilidad personal para moverse por la ciudad quizá lo tenga más fácil que nunca (o más complicado, por el hecho de decidir). Patinetes eléctricos, motos, bicicletas, coche... Y aunque sean menos frecuente, también triciclos. Precisamente en este último grupo se encuentra el protagonista de este artículo, un triciclo eléctrico sencillo, original y con acento español.
Y es que su creador es un diseñador industrial colombiano, Juan Simón Álvarez Valencia, que ha creado este triciclo con la intención de proponer una solución a la alta contaminación generada por el tráfico rodado en su ciudad: Bogotá, la capital de Colombia.
El triciclo se llama Apex y, de momento, es solamente un prototipo a la espera de encontrar financiación para hacerlo realidad y producirlo en serie. Lo cual no es óbice para que sea un vehículo cuando menos interesante.
Lleva un motor eléctrico integrado en la rueda trasera y prescinde de una cadena, a diferencia de las bicicletas eléctricas con asistencia de pedaleo. Aquí no hay cadena de transmisión ni pedales, lo que da un aspecto bastante limpio en términos de diseño.
La batería también está oculta a la vista, lo que acompaña a la discreción del vehículo y el minimalismo del diseño. El acumulador energético va colocado delante del ciclista, entre sus piernas. Al tratarse de un trabajo de diseño más que de un prototipo pre-producción, no se han publicado cifras de autonomía -y tampoco de potencia del motor eléctrico-.
Justo encima de las ruedas delanteras hay una cesta en la que alojar un par de bolsa de la compra, un bolso o una mochila. En definitiva, hueco suficiente para algún bulto típico que podamos llevar en el día a día mientras vamos de un punto a otro de la ciudad, aportando ese punto de practicidad.
Llegados a este punto, y a juzgar por las imágenes, habrá quien se esté preguntando: «vale, ¿pero cómo gira si no tiene manillar ni nada parecido?». Inclinándose. Este triciclo eléctrico tiene unas barras que forman parte del chasis que sirven para agarrarse cuando te inclinas hacia un lado o hacia el otro. Un paralelogramo en el eje delantero hace posible este "juego geométrico" para poder tomar una curva. A la hora de frenar, cada una de las tres ruedas lleva un disco de freno (aunque, curiosamente, en los bocetos no se ve una pinza que los muerda).
El último punto interesante de este triciclo es que, además, está diseñado para poder plegarse y reducir el hueco que ocupa en casa. Todo un acierto que, en caso de llegar a fabricarse, daría lugar a un vehículo bastante interesante y original.
