El grupo Volkswagen, Stellantis, Toyota y Hyundai Motors podrían ser los fabricantes de automóviles más afectados por las amenazas del equipo del presidente electo, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a "todas" las importaciones de México y Canadá desde el "día uno" de su segunda presidencia que comenzará el 20 de enero de 2025.
"El 20 de enero, como una de mis muchas primeras órdenes ejecutivas, firmaré todos los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un arancel del 25% sobre todos los productos que entren a Estados Unidos, y sus ridículas fronteras abiertas", publicaba hace sólo unas horas el presidente electo Donald Trump en su red social Truth Social. También cargaba contra los "extranjeros ilegales" y el "crimen y las drogas" que, según ha declarado, cruzan la frontera.
Se trata de una medida proteccionista con la que Trump quiere reforzar la industria local en su país y trasladar allí el empleo. Sin embargo, también pone en riesgo las operaciones de muchos fabricantes en América del Norte. Las primeras reacciones a este mensaje no se han hecho esperar: ha provocado caídas en bolsa de entre el 2,3% y el 5% para la mayoría de fabricantes automovilísticos estadounidenses. La mayoría, por no decir todos, tienen plantas de producción en México.
Una de las marcas más perjudicadas podría ser Volkswagen, que tiene en Puebla la mayor fábrica de coches de todo México y una de las plantas de mayor capacidad a nivel global de la compañía alemana. El año pasado, en esta planta mexicana se fabricaron cerca de 350.000 vehículos, la mayoría destinados al mercado estadounidense.
Siguiendo con el grupo Volkswagen, otra afectada sería Audi. La marca de los cuatro aros tiene una planta en San José Chiapa, a sólo 60 kilómetros de Puebla, con más de 5.300 empleados. Allí fabrica exclusivamente el Audi Q5, del cual hicieron 175.626 unidades el año pasado.
Por su parte, el grupo Stellantis cuenta con dos plantas en México: una de ellas en Saltillo, donde se producen las pick-ups de Ram, y otra en Toluca, donde fabrica el Jeep Compass. También cuenta con dos instalaciones más en Ontario (Canadá): una en Windsor, de la que salen los modelos de Chrysler y Brampton y que, a lo largo de 2025, acogerá la producción de los nuevos modelos de Jeep una vez se adecúe la plataforma.
La japonesa Toyota también utiliza a México como puerta de entrada al mercado de la automoción estadounidense. Tiene dos plantas en el país donde fabrica la Tacoma, la pick-up de tamaño mediano más vendida en Estados Unidos. Solamente en 2023 se vendieron más de 234.000 unidades en el país que presidirá Donald Trump.
Otro damnificado sería BMW, que en su planta de San Luis Potosí fabrica los Serie 3, Serie 2 Coupé y M2, que se exportan a territorio estadounidense en su práctica totalidad. Además, a partir de 2027, en esta planta mexicana producirá los nuevos modelos eléctricos de la 'Neue Klasse' destinados al mercado estadounidense.
Kia tiene una planta en México en la que fabrica principalmente modelos para el mercado mexicano, aunque también destina una parte de su capacidad a la producción del Santa Fe, que se exporta íntegramente a su vecino del norte. Por su parte, Nissan ensambla en México los Sentra, Versa y Kicks, que suman cerca de 680.000 unidades al año. No obstante, no especifica qué parte exportan a Estados Unidos.
Siguiendo con fabricantes asiáticos, Mazda exportó unos 120.000 vehículos de México a Estados Unidos el año pasado, y Honda destina el 80% de su producción mexicana al país vecino. Es una cifra tan elevada que la cúpula directiva se está planteando trasladar parte de la fabricación a Estados Unidos, en el caso de que los aranceles terminen siendo una realidad.
Otros fabricantes de piezas y componentes relacionados con la industria que tienen plantas en México son la francesa Michelin y las italianas Pirelli y Brembo.
La industria automovilística en México representa más del 35% de las exportaciones de productos manufacturados en términos de valor y es la más importante del país. Estados Unidos es, con muchísima diferencia, el principal destino de los vehículos fabricados en México, copando cerca del 80% del volumen total. Uno de cada cuatro vehículos producidos en América del Norte se fabrican en territorio mexicano.
La firma de análisis Evercore ha asegurado recientemente en una nota que cada arancel del 10% sobre la industria de la automoción mexicana supone un riesgo en los beneficios por acción de hasta el 20% para General Motors y del 10% para Ford.
